Una pieza de lego cayó de la nariz de un niño de 7 años, identificado como Sameer Anwar, después de estar encajada durante dos años. Los hechos ocurrieron en Dunedin, Nueva Zelanda, cuando el pequeño estaba oliendo pasteles que había hecho su madre, según recoge Sky.
Sameer les dijo a sus padres en 2018 que se había metido una pieza de Lego en la nariz. Su padre, Mudassir, trató de recuperar la pieza pero no pudo, según comentó al diario New Zealand Herald. Ante la dificultad, tuvieron que llevar al menor a un médico de cabecera, que tampoco pudo ver la pequeña pieza. El profesional sanitario comentó a los progenitores que Sameer podría no haberse metido la pieza en la nariz, y que si lo hubiera hecho, entraría en su tracto digestivo y pasaría de manera natural.
"Desde entonces nunca se ha quejado ni nada", comentaba recientemente el padre. La familia casi se había olvidado del incidente. Sin embargo, el pasado sábado, Sameer sintió un dolor en la nariz después de oler pasteles y le comentó a sus padres que podría haber inhalado algunas migajas.
Su madre le ayudó a sonarse la nariz y fue entonces cuando vio salir la pieza desaparecida. "Sus ojos estaban muy abiertos y él estaba como '¡Mamá, encontré el Lego!' ¡Me decías que no estaba allí, pero estaba allí! Fue un shock, ¿sabes? Y tenía un poco de hongo", concluye el padre del pequeño. Todo quedo, por fortuna, en una anécdota.