Antes de perdonar una infidelidad, hay una pregunta que debes hacerte: "Si seguimos adelante, ¿voy a echarle en cara continuamente la infidelidad o no?". Me he topado en consulta con muchas parejas que intentaron seguir adelante, pero que viven aferradas a la infidelidad. En todas las discusiones, independientemente del motivo que las provocó, sale a la luz el "incidente". Esta conducta es muy dañina para la relación y supone un desgaste emocional tremendo tanto para el que fue infiel, que se siente culpable constantemente, como para la otra persona, que vive inmersa en el rencor y la desconfianza.
"Cometer una infidelidad nunca es una buena idea. Yo lo hice y me arrepiento un montón. Sé que es lo que dicen todos los infieles, pero lo siento así de verdad.
Quedé con un amigo del instituto con el que siempre había tenido mucha tensión no resuelta. Juro que yo no iba con intención de hacer nada, sólo quería hablar, ver qué tal le iba, qué estudiaba y esas cosas. Al final acabamos besándonos en mi portal. Igual para alguna gente un beso es una tontería, pero para mí no.
Lo pensé mucho y decidí contárselo a mi novio (ahora exnovio), y aunque al principio decidió perdonarme, no pudimos superar ese bache. Cada vez que estaba al móvil se ponía celoso y si salía de fiesta me preguntaba todo el rato que dónde y con quién estaba o incluso se plantaba en la discoteca. También me cogía el móvil sin mi permiso para ver con quién hablaba, y si por ejemplo quedaba con gente de la uni para hacer algún trabajo, me pedía que le mandase fotos y tal.
Yo sentía que me lo merecía, pero un día no pude aguantar más y puse fin. No era sano ni para mí ni para él".
Posiblemente el factor más importante a la hora de gestionar una infidelidad es la situación en sí. No es lo mismo enrollarte con alguien una noche de fiesta que llevar una doble vida durante meses. Lo que marca la diferencia es la presencia de sentimientos entre la persona infiel y el/la amante. En cualquier caso, esto depende mucho de los límites que marca la pareja, ya que para algunas tontear vía WhatsApp ya supone una infidelidad y para otras tener sexo con desconocidos no implica ser infiel.
"No cuento esto para que nadie me juzgue, solo para que otros puedan aprender de mi experiencia y que vean que siempre se puede superar algo así aunque cueste. Solo hace falta confianza y tener claro lo que quieres.
Le puse los cuernos a mi novia con una chica de clase. Estuvo mal y me arrepiento. Fue una noche de fiesta, habíamos bebido mucho y no sé cómo pasó, pero nos acostamos en su piso. A mí la chica ni siquiera me gustaba, pero se me fue la pinza y eso.
A la mañana siguiente me sentí como una mierda y se lo conté a mi novia. Obviamente se enfadó. Yo le intenté explicar que había sido un desliz, pero ella no quería ni escucharme, y es normal. No la culpo para nada.
Me dejó y dos meses después retomamos el contacto y acabamos volviendo. Ahora estamos juntos y aunque algunos dicen que las personas que una vez son infieles lo son siempre, yo tengo claro que no volveré a cagarla".
Por otro lado, hay algunas personas que prefieren no confesar una infidelidad para proteger a su pareja. Esta decisión da pie a un debate interesantísimo, pero hay quienes que prefieren "no saber nada" mientras sea algo aislado y no haya sentimientos de por medio. Desde mi punto de vista como psicóloga, la sinceridad es algo fundamental y si tu pareja no te llena en algún aspecto, siempre podéis valorar la opción de abrir la relación. Aun así, es respetable cualquier elección siempre que esté consensuada.
"El año pasado mi novio y yo decidimos que cuando tuviésemos más confianza y los dos estuviésemos preparados, abriríamos la relación. Ambos teníamos ganas de tener una relación abierta, pero nos daba miedo no saber manejarla, así que lo pospusimos.
Una noche fui a una fiesta en casa de unos amigos, y le conté a uno de los chicos lo de la relación abierta. Empezamos a tontear y a hablar de sexo, y al final nos acostamos.
Yo no sabía si decírselo o no a mi novio, porque él me había dicho desde siempre que no quería enterarse de estas cosas si pasaban. Al final se acabó enterando por un amigo en común y eso fue lo que más le dolió, que yo no se lo hubiese dicho. Seguimos juntos, pero tenemos muchos problemas. Hay celos, inseguridades y discutimos un montón, pero queremos arreglarlo".
Como veis, cada pareja y cada infidelidad es un mundo. Todos lo hacemos lo mejor que podemos y un error no define nuestra relación, aunque muchas veces pueda acabar con ella.