Lo que debía ser un partido de fútbol infantil entretenido acabó a puñetazos en la grada, una vez más. Durante un encuentro disputado en México, uno de los padres golpeó a otro del equipo contrario iniciando una brutal pelea. Momentos después, varios individuos la emprendieron a tortazos. Incluso uno de ellos utilizó un paraguas para atacar a otro. Mientras tanto, los menores miraban incrédulos desde el terreno de juego, entre los gritos de quienes querían parar la riña, la desoladora imagen de sus progenitores.