Exhausta y deambulando por las calles de la ciudad rusa de Norlisk. Así apareció una osa polar, que recorrió cientos de kilómetros para encontrar comida en el vertedero de esta localidad. El deshielo, provocado por el cambio climático, obliga a muchos animales de su especie a desplazarse para hallar alimento. Un grupo de veterinarios le realizará un chequeo para comprobar su salud. Después llevarán al animal a un zoológico, donde permanecerá hasta que recupere fuerzas para regresar a su hábitat.