Antes de nada os pongo un poco en situación para que os imaginéis cómo me siento ahora mismo: Mi nombre es Ángela y soy de Bailén, un pequeño pueblo de Jaén. En agosto cumplo 25 años y con esta edad, ya llevo casi 11 años en pareja. Todo empezó hace mucho tiempo y jamás imaginé que a día de hoy, y después de todo lo que hemos pasado, seguiríamos juntos.
Alberto tiene 28 años recién cumplidos y se puede decir que siempre hemos llevado la relación a distancia porque yo tuve que irme de mi pueblo por tema de estudios y trabajo, a ciudades como Córdoba, Clermont-Ferrand (Francia), Ciudad Real… Sin embargo, él siempre había estado aquí porque durante todo este tiempo había estado trabajando en la empresa de su padre.
Él, realmente, no estaba convencido con su trabajo y siempre barajaba la idea de marcharse para salir de la rutina y encontrar algo que le llamase más la atención. Por lo que un día, tras haberlo pensado y madurado seriamente, decidió prepararse para pertenecer al ejército. Estuvo formándose unos meses para poder acceder al cuerpo militar y finalmente, realizó el examen que le permitiría dar el gran paso.
Ahora mismo se encuentra en el Acuartelamiento de Camposoto de San Fernando (Cádiz) realizando la instrucción militar. El 26 de mayo se fue para comenzar su andadura en ese mundo y desde entonces, la relación no ha empeorado, pero se ha vuelto más difícil y complicada aún, ya que apenas podemos estar en contacto. Por las mañanas, no puede coger el móvil para nada y por las tardes, solo en determinados momentos, así que ya podéis imaginar...
Antes de dormir puede escribirme algún WhatsApp, pero la disciplina que siguen allí es muy estricta y debe tener siempre cuidado ya que está todo muy controlado. Jamás se pueden hacer planes los fines de semana (cuando supuestamente los dejan salir de allí) porque en muchas ocasiones se quedan "arrestados por comportamientos inadecuados". Pasan las semanas y las semanas, y hasta que no llega el jueves no sé cuándo podré verlo la próxima vez. Por último, y por si fuera poco, hay semanas en las que la comunicación es nula ya que se tienen que ir de "maniobras" y están desconectados de todo lo que les rodea.
En esto se resume mi relación ahora mismo, quizás esta sea la fase más difícil pero esperemos que lo que llegue sea mucho mejor. Durante un año y medio tendrá que estar en Valencia, su unidad de trabajo futura (con un horario de trabajo común y un ritmo de vida más tranquilo) y ya después, sí todo sigue bien, intentaremos estar más cerca. Eso sí, el sábado es su Jura de Bandera y nos espera un gran mes de vacaciones donde podré disfrutar de su compañía. ¡Todo será cuestión de tiempo!