Hace algo más de un mes, una niña de 2 años estuvo a punto de morir por beber demasiada leche. Ahora, su madre ha compartido su historia a través de Facebook con el fin de alertar a otras madres.
Todo empezó cuando la pequeña Mia empezó a tirarse sin parar de las orejas. Ante una posible infección, su madre llevó a la niña al médico de cabecera. Una vez allí, el doctor le informó que la menor tenía una infección doble en el oído y el pecho según Babyology.
Tras una semana de medicación y tras una momentánea mejoría, Mia empezó a empeorar. Ante esta situación, su madre volvió al médico de cabecera, que sin examinarla le recetó más antibióticos.
Después de otra semana sin ver mejoría, los padres se acercaron a urgencias donde nada más ver a la pequeña supieron que la situación era extremadamente grave. Allí, conectaron a la niña a un monitor cardíaco y manguitos de presión arterial.
Tras un correspondiente análisis de sangre, los resultados dieron bajos en hierro. Mia tenía anemia por beber demasiada leche de vaca. Así que se le hizo una transfusión completa rápidamente.