El zoo de Amneville, en el norte de Francia, tiene un nuevo y enérgico inquilino que ha robado los corazones de los visitantes. Se trata de Mosl, una cría de rinoceronte blanco que nació el pasado 6 de octubre en el recinto y que en apenas una hora demostró que era capaz de ponerse en pie por sí mismo.
El pequeño animal ha revolucionado el parque y junto a su madre Tala se ha llevado todo el protagonismo en los últimos días. Gracias a los esfuerzos de conservación, esta especie protegida sigue creciendo en zonas de Sudáfrica, Namibia, Zimbabue y Kenia.
Los investigadores han hallado en la cueva cántabra de La Garma, en el municipio de Ribamontán al Monte, otro rastro de huellas paleolíticas que se suman a las infantiles descubiertas hace unos meses y más muestras de arte rupestre en dos galerías interiores. Las nuevas pisadas son de adultos, datan también de hace unos 16.500 años y se encuentran sobre suelo blando -barro- en el lugar más remoto de la cavidad.
Y a la misma época, el Magdaleniense medio, pertenecen pinturas no figurativas -puntos- realizadas con los dedos en color rojo sobre estalactitas, y un grabado de un caballo sobre el suelo, único en España, hecho con un objeto punzante a pocos metros de las pisadas humanas, siguiendo una técnica típica de esa cultura del Paleolítico Superior.
Más antiguos, aún por datar, son los restos fosilizados de un animal hallados en esta misma gruta, en la localidad de Omoño. Pertenecen a un oso -posiblemente de las cavernas- y del que también se ha encontrado una huella, sobre la que aparece superpuesta otra posterior, de un humano, que pudo poner su pie encima por curiosidad o como parte de un juego.