Esta madre que tiene tres hijos explicó que cuando estos tenían 8,9 y 11 años probó una nueva práctica que ahora todos, como si se tratase de un ritual, llaman ‘abrir regalos de Navidad’.
Explica que para enseñar esto a los niños, abrió ella el primer regalo y actuó según manda su propio guion.
“Primero abrí un regalo de prueba (un par de calcetines), leí la tarjeta y se lo conté a todos”. A continuación, “lo levanté y dije que era justo lo que quería y que el color era perfecto”. En este caso, cuenta, según publica The Sun que no importa si no es de tu gusto.
“Luego le di las gracias a la persona que me lo dio. Expliqué que en el caso de que fuese un gran regalo habría saltado y hubiese abrazado a esa persona. Todos me abrazaron”.
A partir de entonces, todos hicieron lo mismo por turnos y asegura que el día de Navidad fue mucho mejor.