İbrahim Yücel de 42 años sale cada mañana de su casa con la cabeza enjaulada, tipo Hannibal Lecter, pero en versión turca, según publica el portal GeekSistem.
Cierra con candado el artefacto alrededor de su cabeza y le da la llave a su mujer, para no ponerse un cigarrillo en la boca, ni tener la tentación de hacerlo.
Esta excéntrica manera es la que ha encontrado Yücel para acabar con el hábito que lo llevó a consumir dos cajetillas de cigarrillos al día, durante los últimos 26 años.