Monedas, alfileres, imperdibles, ganchos para el pelo, pilas y hasta cucharas de varios tamaños. Todos estos objetos forman parte de la experiencia profesional del doctor Juan Antonio Casellas que ha tenido que sacar del tubo digestivo de sus pacientes.
Algunos de los objetos son impensables que hayan ido a parar al estómago de alguien, pero el médico asegura que estos son solo una muestra reunida durante 30 años de trabajo en el Hospital General de Alicante.
Pasadores de pelo, dados, canicas, bolígrafos, lápices, mecheros y hasta cepillos de dientes forman parte de esta exhibición de todo lo que puede pasar por nuestra garganta. Algunos fueron tragados por presos que buscaban huir del encierro, aunque fuera por unos días. Sin embargo, la ingestión de estos objetos puede costar la vida.