A las 15 horas del viernes, la familia de Aurora denunció la desaparición de la niña, tras perderle la pista en un bosque de Queensland.
Tras no encontrar ningún rastro, el sábado por la mañana, más de 100 voluntarios del Servicio de Emergencia del Estado, la Policía y otros efectivos reanudaron la búsqueda y hacia las 8 de la mañana, la localizaron después de que la niña respondiese a los gritos de la Policía.
"Cuando la escuche gritar 'abuelita' supe que era ella", ha explicado su abuela, Kelly Benston, al abc.net.au. "Subí a la montaña ... y cuando llegué a la cima, el perro se me acercó y me condujo directamente hacia ella", ha explicado del can de su nieta, un pastor ganadero australiano de 17 años, que además estuvo con ella toda la noche.
La niña, ha informado la Policía de Queensland, se encuentra a salvo, aunque con algunos cortes menores, por el terreno en el que desapareció. Además, las autoridades han querido destacar la fidelidad de Max hacia la niña en su página de Facebook.