Con tal solo 7 años, este niño ugandés ha dejado con la boca abierta a todo un país y es que sus capacidades son tan altas que se ha puesto a los mandos de un avión después de un año dando clases de aviación.
Sus conocimientos de aeronáutica y sus habilidades de vuelo, le han convertido en un piloto en ciernes. Su curiosidad por las grandes alturas comenzó con tan solo 3 años.
En 2019 empezó a dar clases en una academia de aviación. Sólo le bastaron cinco meses para ponerse a los mandos de un avión en prácticas. Pero la pandemia le hizo pisar tierra en marzo y desde entonces, dedica su tiempo a las clases teóricas.
El pequeño piloto quiere ser astronauta y confía en llegar hasta Marte conduciendo su propia nave.