La ropa de cama es uno de los elementos que más duda crea a la hora de su limpieza y mantenimiento. Es tan importante saber cómo lavar las sábanas y almohadas con las que dormimos como conocer cada cuánto tiempo es necesario hacerlo y los peligros que puede tener olvidarlo. Por ello, aquí va un pequeño resumen de diversas webs especializadas para que resuelvas todas tus dudas.
Para evitar estropearlas a la primera de cambio, hay que tener en cuenta una serie de factores. En primer lugar cabe destacar que algunos expertos aseguran que hay cosas que es mejor no meter a la lavadora, y una de ellas es la almohada. Los movimientos de este electrodoméstico pueden provocar que, a largo plazo, la espuma del interior se acabe rompiendo.
Pero en el caso de la funda de la almohada sí que puedes lavarla, de igual manera que las sábanas. Por desgracia no hay un truco universal para todas ellas, ya que depende del material con el que estén fabricadas. Es importante por tanto revisar la etiqueta para ver las instrucciones que nos da sobre ellas. La temperatura ideal del lavado está entre 40 y 60 grados, con agua caliente para poder eliminar las manchas con más facilidad.
A la hora de echar el detergente es mejor aplicarlo en el cajón especial para ello y no dentro del tambor, ya que de esta manera afecta de manera más agresiva a los tejidos y reduce la suavidad de la ropa de cama.
Al lavarlas se recomienda también no añadir más prendas junto a ellas, ya que las sábanas y la funda ya ocupa bastante y son de gran tamaño, por lo que necesitan espacio para lavarse correctamente.
Otro truco útil a la hora de lavar las sábanas se basa en el secado: es importante no dejarlas húmedas en el interior del tambor durante mucho tiempo para evitar que cojan olor a humedad y arrugas de más. Para secarlas es mejor que no les de el sol directamente, ya que entonces se quedarán más rígidas y ásperas, y además pueden perder más fácilmente el color.
La ropa del hogar suele generar muchas dudas sobre cada cuánto tiempo hay que lavar las diferentes prendas. Según diversos estudios, lo mejor es lavar las sábanas una vez a la semana, sobretodo en verano cuando la ropa es más escasa y estamos en contacto con ellas de manera más directa.
Por otro lado, las almohadas no es necesario que se laven tan frecuentemente ya que la funda las protege. En este caso basta con lavarlas cada 3 meses.
Varios estudios han demostrado que no lavar las sábanas o la funda de almohada puede llegar a provocar problemas respiratorios como asma o alergias. La cama puede albergar hasta 1,5 millones de bacterias entre las que dormimos diariamente.
La peor parte se encuentra en la funda de almohada, ya que en esa zona se queda la saliva, el sudor, el cabello, el maquillaje y otras células muertas que son caldo de cultivo para las bacterias.