La kombucha es una bebida típica de China, concretamente de la región de Manchuria, en el extremo oriental del país, donde es una bebida tradicional y ritual para algunas etnias de la zona. Llegó a Europa a principios del siglo XX y actualmente se ha convertido en una bebida conocida en todo el mundo.
La bebida es un té fermentado a partir de una colonia simbiótica de hongos gelatinosos y bacterias que actúan coordinadamente y es conocida como 'zooglea'. Parecer que es algo repugnante y totalmente imbebible, pero nada más lejos de la realidad. Es una bebida refrescante, con un poco de gas debido a la fermentación a la que añaden sabor a jengibre o fruta.
A este té se le añade -aunque en menor cantidad- azúcar como al resto de refrescos del mercado, sin embargo, se ha instaurado como una alternativa sana tanto para los refrescos repletos de azúcar como para las bebidas alcohólicas, y se le considera una bebida probiótica.
El principal problema de esta bebida, a parte de que contiene bastante azúcar, es su acidez. Los dentistas alertan de que un pH ácido, hace variar las condiciones de la boca de los consumidores aumentando la probabilidad de que las bacterias se reproduzcan. No obstante, todavía no hay estudios que ratifiquen esta advertencia que hacen especialistas del sector ni investigaciones que aseguren los beneficios de la kombucha.