Anthony Bayer era adicto a la comida basura, sufría sobrepeso y recibió un fuerte acoso y discriminación en el colegio por ello. Ahora, a sus 26 años, está completamente en forma y tiene el cuerpo de gimnasio que todos envidian.
Este australiano llegó a pesar 157 kilos, sus compañeros eran muy crueles con él pero decidió armarse de valor y pedirle ir al baile a una de las chicas mas guapas y populares del instituto. "Era mi último año de escuela y pensé :"¿por qué no? ""cuenta en DailyMail.
Esperaba que le rechazara de inmediato y se riera de él en su casa pero sorprendentemente le dijo que sí. Estaba tan emocionado que se compró un traje nuevo, se cortó el pelo y alquiló una limusina. Sin embargo, la cita no acabó siendo tan idílica, cuando llegó a su casa, tocó al timbre le abrió y le dijo: "lo siento, estás demasiado gordo para pasar por la puerta" y le cerró la puerta en la cara.
A pesar de la decepción, decidió ir al baile y según cuenta, cuando entró todos se rieron de él al verlo solo. Esto le hizo pensar que no iba a encontrar nadie para compartir su vida nunca.
Anthony se comía dos sandwiches de albóndigas y una botella de refresco para desayunar, hamburguesa y un paquete de helados para comer y dos pizzas grandes para cenar. En 2014 su salud y su médico le dieron un aviso, estaba a punto de desarrollar diabetes por lo que decidió cambiar sus hábitos de vida.
Ahora pesa 60 kilos menos, está musculado y asegura que tiene mucho éxito con las mujeres. Es más, quienes antes le rechazaban ahora le piden citas.
"Hace aproximadamente un año esa misma chica que fue tan cruel conmigo de alguna manera obtuvo mi número a través de mi página de Instagram y me envió un mensaje de disculpa por ser una abusona y me preguntó si podíamos tener una cita", narraba Bayer. "No podía creerlo y ni siquiera respondí. La perdonaré, pero nunca lo olvidaré".