Shantell 'Shannie' Pooser, autoproclamada como "princesa", se siente cómoda siendo el centro de atención. Pero en lugar de una tiara o un vestido de gala, esta joven estadounidense de 17 años prefiere un par de alas plateadas y un uniforme de azafata de color azul marino. Pooser es la primera azafata honoraria de American Airlines con síndrome de Down.
Desde que publicó sobre su primer vuelo en Facebook, se ha convertido en un símbolo de esperanza y en un gran referente para su comunidad. "La gente la reconoce y quiere tomar selfies. ¡A ella le encanta!", asegura a CNN la madre de Pooser, Deanna Miller-Berry.
La aerolínea honró a 'Shannie' en su 17 cumpleaños, un hito que los médicos no esperaban que ella viera. Además del síndrome de Down, nació con una rara enfermedad degenerativa de las vías respiratorias que le dificulta la respiración. Sus médicos apuntan que es terminal.
La adolescente desarrolló un amor por volar durante los viajes entre su hogar en Carolina del Sur y Ohio. A menudo viaja al Centro Médico del Hospital Infantil de Cincinnati para recibir atención médica. Hasta la fecha, Pooser se ha sometido a 30 cirugías. Su familia apunta que se gastaron más de 30.000 dólares (26.400 euros) para su atención médica entre 2015 y 2018.
Un día, cuando Pooser y su madre viajaban entre Cincinnati y Carolina del Sur, la joven conoció al capitán Matthew Coelyn y a la auxiliar de vuelo Valarie Butler, quienes le dieron un tour por la cabina. Esa experiencia generó un nuevo objetivo en su vida: ser asistente de vuelo. "Los aviones se convirtieron en su obsesión", explica su madre.
American Airlines cedió incluso un jet Boeing 737-900 para organizar la fiesta de 'Shannie' por su 17 cumpleaños. Todos sus amigos y familiares estaban a bordo. Pooser también recibió una visita especial del alcalde de Benjamin (Carolina del Sur), Steve Benjamin, y un medallón de su ciudad.
Aunque reconocida por los pasajeros por su personalidad contagiosa, la madre de Pooser dice que detrás de la brillante sonrisa de su hija hay una historia de salud desgarradora.
Ha realizado hasta la fecha 20 vuelos con uniforme. Aunque su papel honorario viene con ciertas restricciones, una vez en el aire, la joven azafata está lista para servir. Según su madre, ayudar a repartir bocadillos es una de sus tareas favoritas. "Los pasajeros simplemente se ríen junto con ella y comen lo que ella les da", agrega.