El pasado sábado, el joven malasio Zackrydz Rodzi denunciaba que alguien había entrado en la casa de sus padres, en Batu Pahat, y le había robado el teléfono móvil. Después de buscar el iPhone durante casi un día entero, el joven de 20 años valoró contratar a alguien para que le ayudara a encontrar el teléfono o incluso interponer una denuncia para alertar sobre la desaparición del dispositivo.
Este estudiante de informática de Batu Pahat, Malasia, no entendía dónde podía haber ido su smartphone durante la noche si lo había dejado cerca de su cama. Sin embargo, cuando todo parecía perdido, el padre de Rodzi descubrió que había un mono jugando en la parte trasera de su casa. A pesar de que el joven no le quiso darle mayor importancia a este hecho, por ser algo que suele ser habitual, las pruebas han demostrado que fue el responsable del golpe.
Convencido por su padre, Rodzi buscó por la selva cercana a su casa mientras su hermano lo llamaba por teléfono y lo oyó sonar por allí. Al encontrarlo, miró que estaba todo bien y, tras entrar en la aplicación de fotos, descubrió la verdad: su padre tenía razón, había sido el primate.
La galería del teléfono móvil estaba repleta de fotografías de paisajes, vídeos e incluso selfis sacados por el mono. Mientras que la gran mayoría de fotografías estaban demasiado borrosas como para identificar qué es lo que hizo el mono durante la tarde del sábado, hay algunas de ellas que sorprenden por su calidad. Desde un selfi en el que podemos ver el rostro del mono hasta una fotografía a unas hojas que Rodzi no ha dudado en compartir en Instagram.
En la galería de imágenes también encontró una serie de vídeos en los que se puede ver que el mono estaba jugando con el móvil. En uno de ellos, publicados en la cuenta de Facebook del jóven podemos ver cómo intenta morder el teléfono ante la atenta mirada de la cámara que se accionó gracias a los movimientos del animal.