Luis sufrió bullying cuando era niño. Se burlaban de él porque se teñía el pelo y por su forma de vestir, muy diferente a la de los demás niños de su edad. Así, su tiempo libre lo pasaba leyendo libros de fantasía. Así comenzó a vestirse como ellos hasta que terminó transformando su rostro para llegar a convertirse en un elfo de la vida real.
“Fui acosado e intimidado cuando era niño, y como escape me gustaba sumergirme en las películas de fantasía como Laberinto y La Historia Interminable, así como otros cuentos de fantasía,” dijo Luis Padron a medios argentinos. “Con el tiempo las cosas cambiaron, comencé a caerles bien a los adolescentes mayores porque era único, y eso es lo que me animó a empezar a convertir lo que sentía en el interior, en una realidad. Empecé con cosplay pero no era suficiente, quería cambiar para convertirme en mi propia percepción de la belleza”.
A los 14 años, Luis pasó por el quirófano para alterar permanentemente su apariencia, y seis años más tarde tuvo su primera cirugía plástica. Aunque sólo fue el comienzo de los muchas operaciones que se realizó después.
En total, este argentino tiene inyecciones de Botox, liposucción en la mandíbula, cirugía de nariz, 40 rellenos, blanqueamiento de la piel, depilación del cuerpo completo e incluso una cirugía en los ojos no probada para cambiar el color de sus ojos al azul cristalino.