Perra de Satán consiguió que Ignatius se enfrentara a uno de sus tuits más polémicos, en el que el cómico proponía la idea de un arrimamiento de cebolleta en una manifestación contra la violencia de género. Ignatuis dio su punto de vista sobre este comentario y trató de justificarlo:
Al fin y al cabo, para Ignatius, la comedia consiste en correr riesgos, y él reconoció que este tuit era arriesgado y podía salir mal. Cuando fue publicado, este tuit causó mucho impacto. Fueron muchos (y muchas, sobre todo muchas) los que contestaron a Ignatius con mejores o peores intenciones.
Aunque Ignatius no lo vea así, tuits como estos son una verdadera provocación, ya que no dejan a nadie indiferente, consigue que reaccionemos. Aquí se está jugando a tocar algo que la sociedad considera sagrado (la violencia de género es uno de los problemas más importantes en nuestro país, y muchas mujeres son asesinadas cada año a manos de sus parejas o exparejas), un recurso que, aunque mucha gente pueda considerar innecesario o de mal gusto, se ha usado desde el origen de la comedia. Al fin y al cabo, el humor es una herramienta para enfrentarse a cosas que nos superan, ¿o es que nunca has escuchado un chiste en un tanatorio?
Eso sí, al hacer este tipo de chistes tienes que asumir que no solo corres el riesgo de cagarla y que te salga mal, que en tu cabeza sonase bien pero luego la ejecución fuera penosa. También tienes que tener en cuenta que vas a ser linchado, una práctica, también, muy extendida en Twitter. ¿Cómo se enfrenta Ignatius a los linchamientos en redes sociales?
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