El pasado agosto, Mike Balla, un hombre de 46 años de Ohio, en Estados Unidos, sintió un fuerte dolor en el pie. Al principio creyó que se trataba de una picadura de algún insecto o alguna araña, y no le dio más importancia. Pero pasados unos días, el dolor continuaba y el pequeño bulto comenzó a crecer.
Entonces, Mike decidió acudir al médico y recibió un tratamiento antibiótico durante varios días, pero el bulto no dejó de crecer, según informa Today. El médico decidió realizarle unos análisis de sangre y descubrió que se trataba de una leucemia.
El paciente comenzó a recibir un tratamiento de inmediato para la leucemia mieloide aguda que sufría, y los especialistas le recomendaron que, junto a la quimioterapia, lo mejor era recibir un trasplante de médula. Tras seguir con el tratamiento parecía que el cáncer había remitido, pero tan solo unos días después los médicos le confirmaron que volvía a tenerlo.
Aunque normalmente la leucemia no tiene síntomas notables durante las primeras etapas del desarrollo, algunos síntomas pueden ser moratones, ganglios infectados o pérdida de sangre o apetito.