Kazuya Sato, un japonés que se dedica al cultivo de algas comestibles, atrapó a mediados de noviembre cuatro pulpos y se los regaló a su madre. Cuando la mujer notó que uno de ellos contaba con una extremidad extra, es decir, que tenía nueve tentáculos, decidió no cocinarlo.
El raro animal fue encontrado en la bahía de la localidad de Shizugawa, en el norte del país, según ha informado The Japan News.
Sato, sorprendido, optó por llevar el espécimen al Centro de Naturaleza Shizugawa para que allí lo estudiaran. Según contó, un investigador de ese centro le explicó que la extremidad adicional del molusco era una ramificación del tercer tentáculo del lado izquierdo, y añadió que los pulpos son capaces de regenerar sus extremidades. Si una de ellas resulta herida, podría volver a crecer una nueva a partir del área dañada, explicó Abe.
El referido centro pretende conservar dicho pulpo y exponerlo al público. "Quiero dejar esto para la posteridad y usarlo para que más personas conozcan la rica naturaleza de la bahía de Shizugawa", aseveró Abe.