La sangre está compuesta por 4 componentes básicos: glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas y plasma. Durante muchos años, las funciones de la sangre no se conocían. Los médicos comenzaron a realizar transfusiones sanguíneas pero la mayoría de ellas tenían resultados nocivos para el paciente. Fue entonces cuando se descubrió que existían distintos tipos de grupos sanguíneos que tenía características distintas.
Los glóbulos rojos poseen unos marcadores, llamados antígenos, que los definen. Así, los dos principales sistemas para determinar el grupo sanguíneo son el ABO y el Rh, según informan diversas webs especializadas:
La sangre también se puede clasificar si hay presencia de la proteína Rh de dos maneras:
Nuestro tipo de sangre se forma tanto con el grupo sanguíneo como con el factor Rh. Por lo tanto, existen hasta 8 combinaciones en total. (A+, A-, B+, B-, AB+, AB-, 0+, 0-)
Nuestro sistema inmunitario identifica los antígenos como propios o ajenos, y fabrica unas proteínas llamadas anticuerpos, que protegen el organismo de las células invasoras. Por tanto en una transfusión sanguínea reconocerá si las células son compatibles o no, y en caso negativo provocará un rechazo. Dependiendo del grupo sanguíneo que poseas los anticuerpos reaccionarán contra unos grupos u otros.
Para comprender esto, un ejemplo: si tienes el grupo sanguíneo A, tu organismo fabricará anticuerpos B, por lo tanto si entran en tu cuerpo ese tipo de marcadores, tu sistema actuará contra ellos. De esta manera una persona con el sistema A solo puede recibir donaciones de grupos A, o O (porque no poseen B), pero no de personas con grupo B o AB. De manera contraria ocurre con el grupo sanguíneo B.
Algo diferente sucede con el AB, ya que al no desarrollar anticuerpos hacia ninguno podrá recibir sangre de cualquiera de ellos. Lo contrario sucede con el grupo O, ya que al no desarrollar marcadores ni A ni B se crearán anticuerpos contra ambos, por lo que solo puede recibir de grupos O.
Por su parte, la proteína Rh también influye. Los grupos negativos solo podrán recibir de grupos negativos, mientras que los positivos pueden recibir de ambas. Por tanto se crea la condición especial de que el grupo O -puede donar a todos los tipos de sangre pero solo recibir de la suya propia.
En la siguiente tabla de Cruz Roja Española se muestra esta compatibilidad: en el eje horizontal se muestran los grupos en función de qué sangre pueden recibir. Así en el primer ejemplo sale como AB+ es receptor universal, en el segundo, AB- puede recibir de todos los tipos que sean negativos, y así sucesivamente:
A parte de para las transfusiones de sangre, existen más motivos para conocer el grupo sanguíneo, como la predisposición de ciertos grupos a padecer unas enfermedades u otras:
La enfermedad hemolítica del recién nacido es un trastorno en la sangre en el que una madre produce anticuerpos durante su embarazo que atacan los glóbulos rojos del propio feto. Esto se produce cuando la madre y el bebé tienen tipos de sangre diferentes. Ocurre cuando el feto hereda el Rh+ del padre y la madre tiene Rh-.
Antes esta incompatibilidad era un problema bastante grave, pero ahora con inyecciones de inmunoglobulina Rh puede controlarse sin mayor problema. Pero de no prevenirse esta enfermedad, podría causar síntomas como anemia grave, ictericia o deterioro cerebral en el recién nacido.
Para poder donar sangre solo necesitas cumplir estos 3 requisitos:
A la hora de donar es importante recordar que no hay que acudir en ayunas, además, hay que dejar pasar 2 meses desde la última donación y tener en cuenta que los hombres pueden donar hasta 4 veces en el mismo año y las mujeres 3.
Si cumples con estas simples condiciones, ya puedes donar. Para ello puedes hacerlo en cualquier centro de transfusión de sangre o en el propio hospital de tu zona.
A pesar de que solo hay que cumplir esas 3 primeras medidas para donar sangre, se realizará un pequeño cuestionario para saber si cumples algunas de estas otras medidas que te pueden impedir donar sangre, aunque sea de manera temporal, como por ejemplo: