Un ganador del Euromillones pierde el dinero y otro afortunado está cerca de hacerlo
Un 'afortunado' se queda sin un millón de euros y otro tiene de plazo hasta el 29 de diciembre
Ambos despistados son británicos y han dispuesto de seis meses para cobrar el premio
La administración es la encargada de decidir qué se hace con el dinero no reclamado
Jugar a la lotería es uno de los pasatiempos favoritos de millones de personas. Aunque las probabilidades de ser premiado son remotas, lo cierto es que a veces tocan cifras estratosféricas como la friolera de más de 162 millones de euros.
Mientras algunos mantienen la ilusión de ser premiados toda su vida comprobando cada semana si les ha tocado o no, otros, debido a las escasas probabilidades de que toque, ni siquiera se toman la molestia de comprobar si su combinación ha resultado ser premiada.
MÁS
Existen dos maneras de conseguir un premio con el Euromillones. De un lado, acertar los cinco números del sorteo así como las estrellas, que son dos números adicionales entre el 1 y el 12. Otra, por medio de lo que se conoce como 'El Millón'. Y es que todos los participantes, por el hecho de adquirir el ticket, pueden conseguir un millón de euros. El sorteo asigna un código alfanumérico que también entra en el sorteo.
Dos despistados británicos
En nuestro país, los premiados disponen de tres meses para solicitarlo mientras que hay países que cuentan con un plazo de hasta seis meses. Esto es lo que sucede en Gran Bretaña, donde un ciudadano ha perdido el millón que ha ganado en el sorteo y otro está a punto de quedarse sin esa misma cantidad de dinero.
El primer despistado lo encontramos en el barrio londinense de Newham. Esta noche del 15 de diciembre, fatídica para él, ha perdido todos sus derechos. Es entonces la administración la que decide dónde va a destinar ese dinero.
El otro afortunado, en la isla de Angleseym, está en la misma situación aunque tiene un poco más de margen ya que cuenta hasta el 29 de diciembre para cobrar su dinero. El problema es que si no lo hace, al igual que su compatriota, lo perderá. Y nunca más podrá reclamarlo. Se desconoce la identidad de ambos.