Se han realizado numerosos estudios sobre cómo afecta la actividad sexual en nuestro día a día: estimula el cerebro y segrega serotonina, conocida como la hormona de la felicidad, mejora el sistema inmune y es capaz de cambiar el estado de ánimo. Ahora, un estudio de la Universidad de Coventry, en Reino Unido, ha demostrado que el sexo también influye en la memoria.
Una investigación publicada en Archieves of Sexual Behavior, ha analizado la relación entre la frecuencia con la que se mantienen relaciones sexuales y la probabilidad de presentar problemas de memoria. Para ello, ha contado con varias parejas sexualmente activas que han participado en el análisis de datos.
Según los investigadores, los datos muestran cómo las parejas que tienen una vida sexual más activa muestran que la zona del cerebro que se encarga de la memoria estaba más desarrollada, sobre todo en las mujeres, como informa la web Salud180.
Este estudio ha creado un punto de partida para poder comprender las diferencias de género en las asociaciones entre la actividad sexual y la cognición. También muestra cómo las personas que mantienen una vida sexual activa tienen más probabilidades de tener un mayor nivel de educación, ser más atractivos físicamente, menos deprimidos y tener una mejor calidad de vida.