Los cuatro Emmys de Succession -drama, guion, dirección y actor para Jeremy Strong- son una invitación para ver -en caso de que no se haya hecho ya-, una de las series más aclamadas de los últimos tiempos. Y de paso, conocer los entresijos familiares de Rupert Murdoch y cómo logró crear uno de los mayores imperios mediáticos del mundo.
Que los Roy, la adinerada y ambiciosa familia de la serie de HBO, son la versión oscura y exagerada de los Murdoch es algo de lo que ya se percataron los espectadores hace dos meses, cuando se estrenó en Reino Unido el documental The rise of the Murdoch Dinasty (El ascenso de la dinastía Murdoch).
Los evidentes paralelismos entre el magnate de Fox News y Logan Roy, no son producto de un plagio ni una casualidad. El creador de Succession, ya escribió hace años el guion de una serie llamada Murdoch, sobre la guerra familiar para suceder al magnate en su 78 cumpleaños.
Armstrong también tenía en mente otras familias poderosas para su serie, como William Randolph Hearst, el magnate de los medios estadounidenses que inspiró Ciudadano Kane, el poderoso editor británico Robert Maxwell, o incluso la reina Isabel.
A continuación detallamos los paralelismos que existen entre los Roy, la familia ficticia de Succession, y la dinastía real de Murdoch.
Tanto el ficticio Logan Roy (Brian Cox) como Rupert Mordoch son dos personas de origen humilde que se conviertieron en multimillonarios, dueños de sendos imperios mediáticos y políticos en Estados Unidos, y patriarcas de familias numerosas que pelean por hacerse con el control.
Sus inicios son muy parecidos. Con solo 22 años, Murdoch heredó el periódico australiano de su padre, un modesto periodista de guerra convertido en editor. Siempre tuvo inclinación al sensacionalismo y de ahí pasó a comprar tabloides como The Daily Mirror, News of the World y The Sun.
En los años 70 Murdoch salta a Estados Unidos y adquiere otras cabeceras como New York Post. En los 80 compra acciones de 21th Century Fox, que más tarde vendería a Disney por cerca de 50 mil millones de dólares, y empieza a crear el imperio News Corporation a partir de lanzamiento de Fox News, primera cadena de noticias por cable americana.
Por su parte, el patriarca de Succession, Logan Roy, es un emigrante irlandés que construye su imperio de medios también partiendo de la nada y dedicando toda su vida a ello, con salvajes operaciones económicas de por medio.
Rupert Murdoch es el dueño de News Corporation, uno de los mayores conglomerados de periódicos, cadenas de TV y editoriales en el mundo.
En Succession, la empresa de los Logan es Waystar Royco, que incluye la cadena de noticias conservadora ATN, inspirada en Fox News.
Waystar también tiene parques temáticos -guiño a Disney-, una división de películas -el equivalente a 21th Century Fox- y Vaulter, similar a Vice, en la que Murdoch tiene también participacion.
Con 89 años, Rupert Murdoch se ha casado cuatro veces y tiene seis hijos de sus tres primeras mujeres. Aunque en realidad son tres, los de su matrimonio más duradero con Anna Mann -Elizabeth, Lachlan y James- los que se disputan el trono. La mayor, Prudence (62), que tuvo con su primera esposa, a dependienta Patricia Booker, nunca ha estado interesada en los negocios familiares.
Y las dos hijas pequeñas de Murdoch, Grace (19) y Khloe (17), de su tercera mujer Wendy Deng, son aún adolescentes:
En Succession: Roman, Connor, Shiv y Kendall, este último interpretado por Jeremy Strong y único del reparto que ha ganado el Emmy.
Connor Roy (interpretado por Alan Ruck) es el hijo mayor de Logan y, al igual que la promogénita de Murdoch (Prudence), es de madre diferente a los hermanos Kendall, Roman y Shiv, que serían los equivalentes de Lachlan, James y Elizabeth.
El personaje de Connor, como Prudence en la vida real, no tiene ambiciones en la familia. Depende exclusivamente de su herencia para ganarse la vida, aunque está pensando en iniciar un podcast sobre la historia napoleónica.
Más allá del género, no hay tantos paralelismos entre Shiv, la hija de Roy Logan interpretada por Sara Snook, y la segunda hija de Murdoch, Elizabeth. Pero sí encontramos algunas cosas en común.
Elizabeth (52 años) parecía la sucesora natural de Rupert Murdoch por ser la más parecida a su padre y la que más olfato tenía para los negocios. Hasta que dio un paso a un lado y la atención se centró más en sus dos hermanos pequeños, Lachlan y James.
La hija de Murdoch comenzó su carrera en News Corporation en la cadena FX Networks. Dejó la empresa familiar para comenzar su propia compañía de producción, Shine, productora de formatos de éxito como Masterchefy comprada recientemente por Banijay.
Al igual que Shiv con su padre Logan Roy, Elizabeth también tuvo sus tiras y aflojas con Rupert Murdoch, sobre todo durante su primer matrimonio con un bisnieto de Freud, contrario a las ideas conservadoras de su padre y Donald Trump. Ahora está casada con un artista inglés y la relación familiar es buena, aunque está centrada en sus propios negocios.
Kendall Roy, el favorito a hacerse con el imperio en Succession, sí tiene similitudes con Lachlan (49), el hijo de Murdoch mejor posicionado para sucederle.
Lachlan es apodado el “príncipe encantador” por su atractivo físico y su mano izquierda para los negocios. Es codirector de News Corp y está a la cabeza de la empresa principal, Fox News.
La rivalidad de los hermanos Kendall y Roman en la serie también parece inspirada en la eterna disputa de los hijos de Murdoch, Lachlan y James, por hacerse con el mando de News Corporation.
Lachlan era el favorito hasta 2005, cuando dimitió por discrepancias con el padre y se fue a Australia a llevar los medios locales. James empezó a sonar en la sucesión. Pero en 2015, Murdoch cambió su decisión y avisó a Lachlan de que le quería al frente del negocio principal.
Lachlan regresó como hijo pródigo -Kendall en la serie también hace todo lo posible por complacer al padre- y ganó presencia en el grupo como vicepresidente y al frente de Fox News.
James se enfadó y amenazó con dejar la empresa y el país. Su padre calmó las aguas entre hermanos y convenció al menor para quedarse, diciéndole que aunque Lachlan tendría el cargo más alto, los dos reportarían a él, con el mismo sueldo e iguales de cara al público.
Eso hace que James recule y ofrezca a Lachlan la venta de sus acciones y las de sus hermanos para que se quede con el 50 por ciento del imperio, igual que el padre, pero éste no ha decidido aún.
Se podría decir que Lachlan, Licenciado en Filosofia, es el más propenso a influir politicamente a través de los medios, al igual que su padre.
James, el benjamín de los hermanos aspirantes al trono es, en cambio, “más cerebral” y menos activista que Lachlan. Siempre ha pensado que la compañía debería enfocarse en el futuro digital y no en la política. De hecho era partidario de vender Fox News porque consideraba que la imagen lastraba los otros negocios, algo a lo que su hermano siempre se opuso.
James comparte con Roman (Kieran Culkin) el carácter más rebelde de los hermanos. En su juventud creó un sello discográfico de rap y se distanció de los negocios familiares, aunque más tarde volvería al redil.
Sin embargo, su alter ego en la serie, Roman, es más incompetente, presentado como el hijo frívolo, mujeriego y oveja negra de la familia que siempre se mete en líos:
En este sentido sí vemos un guiño entre Roman y el personaje real de James. Hace diez años, el pequeño de los Murdoch se vio envuelto en la investigación del escándalo de piratería telefónica que provocó el cierre de News of the World. James dijo no tener conocimiento de las malas acciones, pero perdió peso en la empresa y su puesto en Sky News cuando esta cadena fue comprada por Comcast.
Al final de la temporada 1 de Succession, Roman supervisa el lanzamiento de un cohete que finalmente explota, y en la segunda temporada es investigado por ello.
El perfil de los hermanos Kendall y Roman también parece inspirado en Lachlan y James, si bien estos dos son más tranquilos y competentes en los negocios que sus personajes de ficción.
En su posicionamiento como principal sucesor de Murdoch, a Lachlan le avalan los buenos resultados en las empresas que ha dirigido. En la etapa en que estuvo al frente del New York Post, éste fue el periódico de mayor crecimiento en EE.UU.
Es discreto y conocido por su diplomacia en la gestión de las polémicas que rodean a Fox News por sus ideas conservadoras y apoyo a Donald Trump. Recientemente Lachlan salió al paso del revuelo del Black Lives Matter Black Lives Mattercon un mensaje en el que decía que en su cadena los “la vida de los negros importan”.
No hay buen culebrón familiar sin una villana. En Succession a la que todos detestan.
Un papel que recordaría a Wendi Deng, la tercera mujer de Murdoch, madre sus dos hijas pequeñas, a la que conoció cuando trabajaba para él en Hong Kong (Star TV). El magnate le sacaba casi 40 años cuando se casó con ella. Un matrimonio que cayó como una bomba en la familia, por la desconfianza hacia su nueva madrastra y temor a las futuras herederas. Los hermanos llegaron a acusarla de ser una espía del comunismo chino.
Rupert y Wendi duraron13 años. Se separaron por el presunto affair que publicó la revista Hello!, nunca confirmado.
La cuarta y actual mujer de Murdoch es Jerry Hall -ex del cantante de los Rolling Stones Mick Jagger-, con la que se lleva 25 años de diferencia. Con ella ha encontrado la estabilidad. De hecho, cuando se casaron hace cuatro años, el magnate se despidió de Twitter, donde era muy activo, diciendo que era “el hombre más feliz del mundo”:
El arranque del primer capítulo de Succession también es muy parecido a un episodio real en la vida de la dinastía Murdoch.
El piloto de la primera temporada termina con el ictus inesperado del magnate Logan Roy, tras una tensa reunión familiar que hace presagiar la batalla abierta por la sucesión. Después despertará y disfrutará viendo enfrentados a sus hijos, algo que también se ha atribuido a Murdoch. “Es muy familiar pero le gusta que sus hijos sean ambiciosos”.
En concreto, el arranque de Successionrecuerda a la reunión que Murdoch tuvo con sus hijos en 1995, en su mansión australiana en Hayman Island. Un encuentro en el que parecía que fuera a jubilarse con 68 años, y al que también asistieron personalidades como un joven Tony Blair que buscaba el apoyo de Murdoch para convertirse en el próximo primer ministro de Gran Bretaña.
Otro paralelismo se da en el episodio 7 de la temporada 1. La acción se sitúa tras el fallido golpe de Kendall, con el patriarca Logan invitando al resto de sus hijos a una sesión de terapia familiar en su rancho de Nuevo México.
Una historia que también parece sacada de otro momento clave en la vida de los Murdoch. En 2011, la familia se reunió con un terapeuta para discutir "la sucesión" tras el escándalo de News of the World.
Aunque, a diferencia del psicólogo de Successión,Successión el mediador de los Murdoch no perdió los dientes al zambullirse en el extremo poco profundo de una piscina.
Otro paralelismo entre los accidentes de Murdoch y Logan como punto de partida de unos 'juegos del hambre'. En enero de 2018, cuando Murdoch tenía 86 años, sufrió una caída de espaldas en la que se golpeó la cabeza. Aunque luego se recuperaría, entonces reabrió de nuevo el debate sobre su sucesión.
Al igual que en la premiada serie de HBO, el final del imperio Murdoch está aún abierto...