Harrison quedó perpleja cuando una de sus clientas la pidió emplear un color oscuro para tapar un línea negra vertical en la uña de su dedo pulgar. “Es un melanoma”, pensó, según ha publicado en su cuenta de Facebook.
La clienta había ido durante años a salones de belleza, donde la habían dicho que podría tratarse de una falta de calcio, una ampolla o una mancha hereditaria. En este sentido, cuenta Harrison que “no quería asustarla”. No obstante, tenía que advertirla. “Le dije que necesitaba ver a su médico de inmediato”, ha escrito.
Días más tarde, cuenta Harrison, la clienta la llamó para decirle que efectivamente se trataba de un melanoma muy agresivo que ya se ha propagado a los ganglios linfáticos. “Su pronóstico no es bueno”, expresa. Por ello, la esteticista le pidió poder fotografiar su mancha y publicarla en las redes para advertir de la importancia que tiene prestar atención a los cambios en la piel de cara a realizar un diagnóstico precoz.