Los genes determinan el umbral del dolor

Informativos Telecinco 22/12/2012 08:00

Los autores de este estudio están analizando los beneficios que podría traer este conocimiento, según recoge el Daily Mail. Al parecer el estudio de estos genes permitiría desarrollar tratamientos para controlar el dolor y aliviarlo. Y es que las personas excesivamente sensibles al dolor, y que lo sienten más fácilmente en su vida diaria, son más vulnerables a acabar con un dolor crónico que puede durar más de seis meses.

A este respecto, el Doctor Frances Williams, del Departamento de Investigación y Epidemiología Genética de la Universidad King, en Londres, afirmó que "el dolor crónico es una fuerte carga personal y socioeconómica, y una de cada cinco personas lo experimentan en algún momento de sus vidas”. “Actualmente, los tratamientos para mitigar el dolor tienen eficacia limitada o muchos efectos secundarios, por lo que un nuevo enfoque sobre el tratamiento del dolor es emocionante”, añadió el Dr. Williams.

Este estudio comenzó con la identificación de los niveles de sensibilidad al dolor de 2.500 voluntarios. A todos ellos se les aplicó un sensor de calor en el brazo, y cuando el dolor era demasiado doloroso para ellos debían pulsar un botón. A continuación, los investigadores analizaron el ADN de los 200 sujetos que sentían más y menos dolor.

Los resultados del estudio mostraron diferentes patrones genéticos en cada grupo. Aquellos más sensibles al dolor tenían una menor variedad genética que los que aguantaban mejor el dolor. Xin Jin, director del proyecto en el Instituto de Genómica de Beijing, dijo que "cada vez hay más evidencias que apoyan nuestra teoría de que las variantes raras, que fueron pasadas por alto en el estudio del genoma, juegan un papel muy importante en las enfermedades complejas y sus tratamientos”, convencido de que "La próxima generación de secuenciación permitirá explorar estas variantes raras y dará lugar a una ola de nuevos descubrimientos en la investigación biomédica”.

Datos sobre el dolor

Una investigación encargada por ‘Lloydspharmacy’ que fue publicada el mes pasado, mostraba que el 77% de las personas que viven con dolor crónico, lo han estado sufriendo durante años, pero muchos ni se plantean buscar apoyo profesional. Se estima que el dolor crónico afecta a casi 10 millones de británicos.

Esta investigación también destacó el enorme impacto que el dolor tiene en la vida de las personas. La mitad de los encuestados admitió sentirse deprimido como consecuencia de su dolencia; y casi el 10 % confesó haber sentido tendencias suicidas en algún momento.

La mitad de todos los entrevistados informaron que no asistían regularmente a su médico de cabecera y más de dos tercios nunca habían asistido a una clínica del tratamiento del dolor o a un grupo de ayuda.

Las principales consecuencias del dolor crónico son el deterioro de la movilidad y el insomnio en un 50% de los afectados. También hay un gran porcentaje que tiene dificultades para realizar tareas cotidianas como ir de compras o limpiar.

Todo esto ha influenciado para que el dolor crónico se haya convertido en un área cada vez más importante para el sector de la salud.