En el sur de Inglaterra se celebra una peculiar competición de coches. Los conductores cogen carrerilla, velocidad y vuelan saltando una fila de hasta nueve vehículos. No todos participantes lo consiguen y acaban estrellándose de forma estrepitosa, sin embargo, lo más llamativo es que no hubo ningún herido y el premio del ganador, un billete de 50 libras, unos 60 euros.