El cuerpo de los seres humanos es totalmente fascinante a todos los niveles, desde el físico hasta el psicológico. Conocer nuestro cuerpo no solo nos ayuda en campos como la medicina, sino que es fundamental para relacionarnos con nosotros mismos y nuestro alrededor a través de los cinco sentidos. Una de las formas más íntimas de conocerse a uno mismo es a través del sexo y las zonas erógenas del cuerpo pendientes por explorar.
En el caso de los hombres existe el punto P, la zona más erógena de su cuerpo que es tabú por estar ubicada en la próstata. Pero en el caso de las mujeres, el cuerpo es mucho más sensible y existen hasta siete puntos G. De esta forma, la excitación y el orgasmo en las relaciones sexuales es mucho más intensa en las mujeres. Pero antes de tratarse todo esto en estudios de medicina, Mónica ya habló de los siete puntos G de las mujeres en 'Friends'.
Pero, ¿qué es una zona erógena? Son superficies del cuerpo que provocan sensaciones al ser estimuladas por su conexión con las terminaciones nerviosas. Para tener el máximo placer, es necesario conocer estos puntos clave del cuerpo. Estas son las siete zonas más erógenas para excitar a una mujer, ordenadas de menor a mayor grado de sensualidad:
Al contrario de lo que muchos pensarán, los glúteos no están en el top de las zonas erógenas de la mujer, sino más bien al revés. Esto no significa que no se pueda sacar tajada de esta zona o estimularla de buena forma a través de un masaje, por ejemplo. Pero es mejor detenerse en otros puntos que te vamos a mostrar a continuación.
El cuello y las orejas son dos de las zonas más sensibles en el cuerpo del ser humano y muy común entre algunos fetichistas. Nada como que te coman la oreja y te den unos sensuales besitos por el cuello hasta llegar a los labios. También puedes aprovechar aquí para acariciar el pelo. Toma buena nota de ello.
Parece una tontería, pero esta zona es la más cercana a la vagina, por lo que muchos nervios están interconectados. Al ser una zona que se toca poco, es muy sensible ante cualquier caricia, por lo que es tanto interesante como importante detenerse un momento en esta zona. Realmente descubrirás todo un mundo inexplorado de placer por estos lares.
Por supuesto, en la lista no podrían faltar los pechos. Las mamas contienen vasos sanguíneos y vasos que transportan linfa, los cuales conducen a unos nodos linfáticos que son como racimos de nervios que se encuentran debajo del brazo, en la clavícula, en el pecho y otras zonas erógenas. Son los que provocan esta alta sensibilidad y claro, el pezón es el culmen de ello. Deben tratarse siempre con mucho mimo y suma delicadeza, sin estrujar o apretar como si eso fuera una ubre.
Los labios son uno de los grandes clásicos a la hora de excitarse en el sexo. Con ellos podemos besarnos y hay tantos tipos de besos: románticos, con lengua, apasionados, picos, sensuales.... Además, no solo nos permiten compartir besos con la otra persona, sino que también pueden ser estimulados a través de caricias o pequeños mordiscos y los podemos usar para estimular cualquiera de estos puntos erógenos que te estamos contando.
Templo sagrado de cualquier mujer al que solo se accede si ella concede permiso. La vagina ha sido siempre el elemento centralizador del sexo y alberga grandes secretos en su interior, como el famoso y buscado punto G. Puede estimularse fácilmente introduciendo los dedos o con juguetes sexuales como un vibrador, además de la clásica penetración.
El clítoris es el culmen de la excitación en el cuerpo de una mujer. Aquí sucede la mayor magia, es el punto final a la actuación y donde más conviene esmerarse. Y si no tienes claro cómo hacerlo, aquí tienes seis formas de estimular el clítoris con mucha creatividad. Además, desde 2019 se han creado diferentes juguetes sexuales enfocados a la estimulación del clítoris, como el Satisfyer. Que no se diga que no te lo ponemos fácil.