Durante una inspección sorpresa que se realizó el pasado 23 de julio en un criadero de felinos de Sudáfrica, se han encontrado evidencias del mal trato que reciben estos animales: un cachorro de león muerto tirado en un almacén, un congelador lleno de cadáveres de bebés, y dos cachorros en estado muy grave con convulsiones y con sus extremidades totalmente paralizadas, según ha informado Daily Mail.
Los hechos han ocurrido en el criadero de Jan Steinman en Lichtenburg, Sudáfrica. El pasado abril ya se realizó otra inspección por parte de la Sociedad Nacional para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (NSPCA), que descubrió 108 leones abandonados, además de tigres y leopardos viviendo en unas pésimas condiciones, y el dueño fue denunciado.
En esta ocasión se han encontrado 20 cadáveres de tigres y leones muertos en un congelador, y los dos cachorros que padecían un trastorno neurológico incurable tuvieron que ser sacrificados. Además había felinos que se encontraban en pésimas condiciones: algunos había perdido casi todo el pelo debido a una sarna aguda. Otros cachorros apenas se movían ya que había perdido la capacidad de caminar.
Este tipo de criaderos de leones en Sudáfrica son duramente criticados por los activistas, que denuncian a las atracciones turísticas que emplean a estos animales para el uso y disfrute de visitantes de todo el mundo, que quieren tomarse fotos ajenos a todo el sufrimiento que estos felinos tienen detrás.
Si en la naturaleza de modo normal un cachorro de león suele permanecer al lado de su madre durante mínimo 18 meses, en este tipo de lugares a veces son retirados de inmediato de sus madres para ser utilizados como reclamo turístico.
Los autores de este informe de denuncia sobre las pésimas condiciones de los felinos, The Conservation Action Trust, pide la colaboración ciudadana para acabar con este tipo de turismo, y se pregunta quién es capaz de apoyar un negocio así conociendo el sufrimiento animal que hay detrás.