Un conductor evitó el jueves pasado una tragedia en una calle de Vietnam gracias a sus reflejos. Todo sucedió cuando un niño, que jugaba en la calle, cruzó una carretera de un barrio ante el mayúsculo despiste de su padre, quien no estaba vigilándole. En un alarde de rapidez, tras ver al menor, un hombre frenó inmediatamente su coche. Instantes después, el progenitor se dio cuenta de la situación y acudió a coger a su hijo en brazos para sacarle de la calzada.