Una ruptura no es sencilla ni para la persona dejada, ni tampoco para el que deja. Existe la creencia popular de que quien corta tiene una gran facilidad para rehacer su vida y que, por lo tanto, vive el proceso de la ruptura como si se tratase de un camino de rosas, pero es habitual que también experimente tristeza, culpabilidad e incluso arrepentimiento. Este cúmulo de emociones puede dificultar un momento tan difícil, por ejemplo, algunas personas intentan suavizar la ruptura para no hacer daño a la otra persona e involuntariamente le generan falsas esperanzas. Para evitar cualquier confusión y que tu pareja sufra lo menos posible al dejarle, hemos recopilado varios consejos que pueden resultarte muy útiles.
Todas las relaciones atraviesan baches y es muy normal que en los peores momentos sintamos que no podemos más. Nadie puede darte la respuesta a la pregunta de “seguir o no”, pero hay algunas pautas que te ayudarán a decidir si merece la pena intentar salvar la relación o si es mejor poner punto y final.
Aunque la decisión final depende de ti, tal vez es mejor cortar por lo sano si…
En cualquiera de estos casos, es necesario reflexionar largo y tendido antes de tomar una decisión.
Si tras esta jornada de reflexión decides cortar con tu pareja, tienes que mentalizarte de una cosa: no va a ser fácil y ambos vais a sufrir. Aunque en tu cabeza elabores un plan perfecto en el que todo sale bien y acabáis siendo amigos, lo más probable es que durante un tiempo todo sea tenso y un poco desagradable. Sin embargo, hay algunos trucos que pueden evitar discusiones, malentendidos y sufrimiento extra.
Está prohibido dejarlo en bares o lugares muy transitados. El motivo es muy sencillo: el bullicio puede obstaculizar la conversación, os vais a distraer y si alguno de los dos llora, será tremendamente incómodo. Una ruptura es una situación muy íntima y lo mejor que puedes hacer para que fluya es elegir un lugar silencioso, tranquilo y con poca gente.
También deberías evitar dejarlo por WhatsApp o por llamada salvo que tengáis una relación a distancia. Cuando hablamos a través de las redes sociales o incluso por teléfono hay muchos matices de la conversación que se pierden, como por ejemplo la expresión facial, el contacto visual, los movimientos corporales. Será más fácil a priori dejarlo por WhatsApp, pero también más frío y probablemente te arrepentirás.
Es muy difícil decir en voz alta “ya no estoy enamorado de ti”, pero tienes que hacerlo. Evita eufemismos o excusas baratas para no herir los sentimientos de la otra persona. Tienes todo el derecho del mundo a sentirte como te sientes y dejar de querer a una persona es algo que sucede muy a menudo. A veces lo podemos evitar y a veces no.
Intenta expresarte con claridad. Si hay alguna “causa” como por ejemplo problemas sexuales, celos o cualquier otro conflicto de pareja, exprésalo con sinceridad. Probablemente te dirá que quiere cambiarlo, en cuyo caso debes recordarle que es demasiado tarde y que tú ya no quieres cambiarlo. No eres egoísta por sentirte así; eres humano.
Una cosa es ser sincero con tu pareja y otra muy distinta es herir sus sentimientos a propósito. Escoge las palabras adecuadas. No es lo mismo decir “nuestros problemas sexuales han hecho que ya no siga estando enamorada” que “eras horrible en la cama, fingía los orgasmos y ya no te quiero ver ni en pintura”.
Intenta hacer críticas constructivas que sirvan a tu pareja para mejorar de cara a futuras relaciones y aunque inevitablemente hables de lo malo, también puedes recordar lo bueno de la relación.
Aunque menciones algún momento bonito de la relación para no centrar la ruptura en lo negativo, no te pases. Por la cabeza de tu pareja estarán pasando mil ideas, entre ellas lo que puede hacer para recuperarte. Teniendo esto en cuenta, lo mejor es que seas tajante y cierres todas las puertas posibles.
Sustituye la expresión “quiero que nos demos un tiempo” por “quiero dejarlo”. Es más dura, pero a largo plazo evitarás hacer ilusiones a tu pareja y también te ahorrarás conversaciones, discusiones y rayadas.
Probablemente te sentirás muy culpable, sobre todo si la otra persona sigue enamorada y quiere luchar por la relación. No eres mala persona por dejarle. Lo cruel sería continuar en una relación por pena o por miedo a la soledad.
Las primeras semanas serán duras y algunas amistades en común se posicionarán. También es posible que la gente propague rumores falsos o que intenten encontrar razones turbias como que hay terceras personas de por medio. Debes recordar que quienes te quieren no te pedirán explicaciones ni te harán sentir culpable por vivir la vida que te mereces.