Un análisis de 20 estudios desarrollado por el Colegio Imperial de Londres, y publicado por el 'Daily Mail', ha concluido que comer un puñado diario de frutos secos reduce el riesgo de cáncer y de sufrir un ataque al corazón.
Los frutos secos, en especial las nueces, las semillas de girasol y las nueces pecanas, son altamente antioxidantes y ayudan a proteger el deterioro de las células.
Incluso la crema de cacahuete puede ayudarnos a vivir más, aunque algunos de sus beneficios se pueden ver reducidos por su contenido en sal y azúcar.
Algunos estudios previos habían determinado que los frutos secos protegían el corazón y prevenían la muerte prematura pero, en ellos, había pequeñas evidencias de en torno al tema del cáncer. Evidencias que ahora han sido confirmadas.
Los expertos aconsejan consumir unos 20 gramos diarios de frutos secos. Este puñado puede incluir nueces, almendras, avellanas, pistachos, cacahuetes y anacardos. Las nueces, por ejemplo, protegen el corazón y reducen el riesgo de muerte prematura y las avellanas el de derrame cerebral.
Aunque es cierto que estos alimentos tienen un alto contenido en grasas, lo cierto es que son grasas poli-insaturadas, más sanas. Además contienen fibra, magnesio y vitamina E.