La larga cabellera de Farouk James, un niño de 8 años, le ha convertido en toda un estrella del modelaje pero, al mismo tiempo, entorpece su escolarización. Y es que según su madre, Bonnie Miller, todas las escuelas a la que ha enviado solicitudes de admisión tienen algún tipo de prohibición o restricción en lo relativo al peinado de los niños.
Una medida que ha llevado a Miller, incluso, a considerar la posibilidad de declarar a su hijo como género no binario y por la que ha denunciado al Gobierno.
Bonnie opina que prohibir que un niño lleve el pelo largo es una discriminación. Un paso hacia atrás en la historia de la evolución, además de en la búsqueda de la igualdad. Hace unos 150 años, antes del inicio de la segregación de género, el pelo largo de un hombre no "hubiera puesto en duda su sexualidad".