El reptil apodado "Wally" es para Joie Henney "un perro que quiere que lo quieran y lo acaricien”, como afirmó a ‘York Daily Record‘. Resaltando que no teme por la peligrosidad del animal, alega que “Le gusta ocultarse en los armarios, derribar tachos de basura y ver televisión”.
No es el único reptil que convive con Henney, tiene otro cocodrilo más llamado Scrappy de dos años de edad. Para la comodidad de estos seres vivos, el dueño de la casa adaptó las instalaciones convirtiendo una de las salas de estar en una charca con una capacidad de 1.000 litros de agua.
Henney es todo un experto en este tipo de animales, ya que tuvo su propio programa televisivo dedicado a la caza y la pesca. No teme por la conducta de estos reptiles, y asegura que tienen propiedades curativas. Resalta que son inofensivos y que "se dejan acariciar en la parte de la cabeza, y cuando lo hace, como si de perros se tratara, los cocodrilos cierran los ojos". De hecho, concluye en "que los gatos han matado a más personas que los reptiles".
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