El rechazo laboral es una de las situaciones más desmoralizadoras a las que tenemos que enfrentarnos los jóvenes hoy en día. El lado positivo es que la inmensa mayoría de las personas con trabajo ha atravesado esta etapa de frustración, y el 1% restante tiene mucha suerte o contactos. Enviar tu currículum a decenas de empresas, primero relacionadas con tu sector y después con lo que surja, para recibir negativas o, en el mejor de los casos, silencio. Este es el pan de cada día de Sergio, y hoy de la mano de su testimonio conoceremos algunos tips para gestionar la frustración ante el rechazo laboral.
Tengo 26 años, un grado en ingeniería química y dos másteres, todo con notazas. También he hecho cursos y he hecho horas y horas de prácticas no remuneradas. Experiencia no me falta, aunque no me la hayan pagado, y conocimientos yo creo que tampoco, pero aun así no consigo trabajo.
Cuando acabé la carrera mandé algún currículum, pero no conseguí nada y en el fondo quería estudiar un máster así que tampoco me obsesioné ni me dio bajona. Después cuando acabé el primer máster sí que tenía muchas ganas de trabajar, así que eché ofertas en todas las empresas del sector. No es una exageración. Literalmente hice una lista de todas las empresas y fui mandando mi currículum. No me llamaron de ninguna. Como mucho algún mail de “gracias por querer trabajar con nosotros, si nos interesa tu perfil nos pondremos en contacto” y después de eso nunca más se supo.
Por desesperación estudié otro máster y al acabar me encontré otra vez con lo mismo. Nadie me llamaba y ya no solo esto me pasaba con empresas de mi sector, sino también en trabajos que no tenían nada que ver con lo que yo había estudiado.
Todos mis amigos tienen un trabajo, algunos de lo suyo y otros no, pero por lo menos hacen algo. Yo quiero poder independizarme y sentirme útil. Al final todo esto me hace pensar que no valgo para nada y que he perdido 8 años de mi vida preparándome para un trabajo que igual no se me da bien. Es frustrante y psicológicamente agotador.
Es totalmente comprensible que el constante rechazo laboral melle tu autoestima y te sientas frustrado e ignorado. Incluso puedes llegar a replantearte tus estudios y a sentir que has desperdiciado años formándote en tu profesión. En estas circunstancias el vaso parece vacío, pero no lo está.
No puedes obligar a una empresa a que te contrate y tampoco puedes acelerar el tiempo hasta conseguir el trabajo de tus sueños, pero sí que puedes gestionar la frustración de tal forma que el rechazo laboral te genere menos malestar psicológico. ¿Cómo?
Evidentemente cuanto más busques, más probabilidades tienes de encontrar algo. Nadie niega eso. Sin embargo, todas las personas necesitamos descansar y aunque ahora mismo no lo veas con claridad, buscar trabajo también es un trabajo, pero no remunerado. Desgasta tanto física como psicológicamente, y por eso es recomendable que durante un par de días a la semana desconectes.
Los días de desconexión no deberías ni abrir el correo electrónico, pero a diario también es recomendable que te controles un poco. Intenta no actualizar cada 10 minutos tu bandeja de recibidos y tampoco es necesario que te metas tres veces al día en la página web de ofertas laborales. Con una vez es suficiente, como mucho dos (por la mañana y por la tarde). Y, ¡ojo! A partir de las 22.00 lo aconsejable es que desconectes para poder descansar bien.
Intenta reformular tu currículum para hacerlo más visual o atractivo. Puedes encontrar plantillas muy bonitas en Internet y también puedes elaborar tu propio diseño. Actualmente hay formatos de lo más variopinto: hacer un video, crear una página web, mediante infografías, en redes sociales, etc. Si no sabes cómo apañártelas, siempre puedes pedir ayuda a algún amigo o a profesionales de recursos humanos.
Seguro que conoces a algún compañero de la carrera con trabajo o a algún amigo que te pueda echar un cable. ¿Cómo? Diciéndote los puntos fuertes que buscan en la empresa, asesorándote para la entrevista, comentándote qué detalles debes incluir en el currículum para causar buena impresión. La idea es que te dé pautas para causar buena impresión y ser un candidato ideal.
Finalmente es importante cuidar tu salud mental. Nuestra autoestima no debe depender del puesto laboral que tengamos, del sueldo que cobremos o del tiempo que tardemos en encontrar un trabajo. Somos más que un título universitario, aunque a veces es difícil verlo.