Las limitaciones impuestas a la hostelería para frenar la pandemia han cambiado por completo las bodas. Muchos enlaces se están celebrando en la intimidad del hogar y se comparten a través de las redes sociales, pero todo ahora, desde las fotos al vestido de novia, todo es "low cost".
Muchos optan directamente por la boda casera y otros Como Bernardo y Azucena, por darse el sí quiero en la intimidad pero retransmitido por Internet. Los invitados virtuales acicalados. Sin súper enlaces, los novios no se casan en pijama, pero ahorran tiempo y dinero en sus trajes. Con la pandemia triunfan las firmas low cost.
Y ofreciendo calidad, los diseñadores se adaptan a los nuevos tiempos. Menos precio, menos pruebas y el mismo mimo. Qué lejos quedan las bodas de antes.