Detalle del balcón repleto de cabezas de muñecas en Caracas
Más de 500 muñecas abarrotan el balcón de una familia que las consideran una "obra de arte urbano"
Cuando llueve, las muñecas sueltan lágrimas negras formadas por el hollín de la polución ambiental
Muchos vecinos, incómodos con el siniestro espectáculo, han comenzado a recoger firmas para su retirada
Un siniestro y espeluznante 'balcón de muñecas', como salido de una película de terror, se ha convertido en uno de los lugares más pintorescos del centro de Caracas, la capital de Venezuela. El sitio puede pasar desapercibido para quienes andan al ritmo vertiginoso que impone la ciudad, pero aquellos que pueden tomarse un respiro y fijarse en los detalles se detienen con asombro ante un balcón repleto de más de 500 cabezas de muñecas viejas y sucias que parecen observarlo todo y que, cuando llueve, sueltan lágrimas negras formadas por el hollín de la polución ambiental. Ya han comenzado a recogerse firmas para su retirada, lo que no ha hecho sino atraer más la atención.
El balcón está en la parte más alta de una casa de tres pisos, entre dos grandes edificios dentro la parroquia Santa Rosalía de Caracas. Quienes conocen el lugar suelen dar como referencia la llamada esquina El Muerto, aunque su ubicación real está al medio de la avenida Este 12, entre Fuerzas Armadas y Sur 5.
Su creador, Etanís González, ha confesado a los medios locales que no tienen ninguna intención de retirar los juguetes, a pesar de su deteriorado estado lleno de hollín y polvo. Lo ha considerado "su legado". En una entrevista con 'Telemundo', ha explicado que decidió comenzar esta "obra de arte urbano" un día que, mientras limpiaba, dejó los juguetes de su hija en el balcón y notó que llamaba la atención de las personas. Muchos señalaban su domicilio pensando que eran bebés de verdad.
"En la calle no hay nada que ver, solo paredes, por lo menos ves algo diferente", se ha defendido González. Gracias a los amigos de su hija consiguió alcanzar un número tan alto de juguetes. Se involucraron mucho con la obra, le trajeron más ejemplares y le ayudaron a colocarlas. Ahora él se considera coleccionista de muñecas.
Sin embargo, en las calles de la capital venezolana se escuchan historias muy distintas. La espeluznante imagen ha dado a entender que dentro de la propiedad se practica magia negra. Y otro rumor asegura que el señor que vive allí es un anciano encorvado que sale a medianoche para robar las muñecas de las niñas mientras duermen.