Dog year, good year: el año nuevo chino de una 'andaluchina' en Usera
Quan Zhou
18/02/201814:46 h.Hace casi una década que llegué a Madrid más o menos. En ese tiempo nadie conocía el año nuevo chino, recuerdo una mini-feria de puestecitos algo destartalados en Plaza España, con comida reguleras y algún que otra cosita de dudosa calidad.
Y sobre todo recuerdo las ganas que tenía de estar con mi familia en el sur celebrándolo con ellos. Porque no sabéis la de comilonas que se hacen para celebrar el año nuevo lunar, y más nosotros, los chinos, que tenemos infinitos familiares, con infinitas comidas familiares, las navidades de aquí se quedan cortas en cuanto a comer. Os lo juro.
Los años pasaron y de repente me encuentro con que ser chino es el nuevo hipster, y sobre todo con que ahora en Madrid es muy IN irte a Usera a celebrar el año nuevo chino. Quién no sepa nada de Usera, yo os lo explico: es el Chinatown de Madrid. Es tan IN que hasta el ayuntamiento con diferentes sponsors organizan junto a las distintas asociaciones de chinos de Usera y alrededores el año nuevo lunar.
Os voy a ser sincera, este es el primer año que he ido, ya que normalmente o me voy con mi familia a ponerme hasta el ojete de comida o me voy con mis amigos a ponerles hasta el ojete de comida y alcohol. Todo sea dicho. ¿Porque quién se va a la Puerta del Sol a comerse las uvas en Nochevieja? Los Erasmus y turistas, eso es así.
¿Y porqué éste año a Usera? ¿Es que mi familia me había abandonado? ¿Me había quedado sin amigos? Nope. Colaboraba junto con el ayuntamiento de Madrid, me propusieron hacer un monólogo: Una andaluchina como yo. Así soy de polifacética, qué le voy a hacer.
Ya de camino a la la junta de Usera, donde estaba la carpa principal, se me acercaban españoles a preguntarme: ¿dónde es vuestra celebración?. E iban todos felices a ver que se encontraban.
Creo que nunca he visto la Junta de Usera tan llena de gente, (además que no es una plaza especialmente grande) había colas para todos lados, colas infinitas… como en China casi. Y me sorprendió mucho ver a tantos chinos, de verdad que pensé que a todos nos apetecería más irnos con nuestras familias.
Aunque llegué el sábado por la tarde, las actividades habían comenzado desde el viernes por la tarde, de hecho el sábado a las 7:30 am había un espectáculo comunitario con desayuno al amanecer, al que por supuesto, no fui. (Era demasiado temprano, al lado del Lago Pradolongo, un sábado, ¿qué le hago?) Pero aquí os dejo un story ajeno de más o menos cómo fue.
Me hizo muchísima gracia que tanto el punto de información como absolutamente todos los carteles estuvieran en chino y en español.
Justo al lado del punto de información estaba el muro de los deseos que estaba completamente lleno, desde “Viva Aliexpress” hasta “Venezuela libre”.
Y también la “Carpa Gran Gala” donde sucedían la mayoría de actuaciones (y donde estaría después mi monólogo).
Durante todo el recorrido de la plaza, encontrabas foodtrucks con la nueva comida típica china, de hecho el que tenía más cola era la de lo que yo llamo “los new gofres”, que creedme, están buenísimos, los probé en Hong Kong, y era para re-lamerte los dedos, la silla, y el suelo.
También distintos espacios donde se realizaban actividades (según la programación, había más de 1000 programadas, un pasote), un karaoke con canciones en español, y muchas figuritas de alambres iluminadas, que según vi en el telediario, dicen que dan suerte.
Os soy sincera de nuevo, yo lo ignoro, al parecer, en las supersticiones chinas muchas cosas dan suerte y he perdido la cuenta: como el color rojo, el poner la palabra felicidad al revés… etc
Para cerrar el recorrido, se encontraba la carpa de la Feria tradicional, con los típicos puestecitos para comprar cosas. ¿Porque qué feria está completa sin puestecitos? Y obviamente, su kilométrica cola.
Una cosa que me llamó mucho la atención y que además me encantó, fue la bienvenida a los amigos perrunos, tanto por los visitantes que les llevaban (y te daban un regalito), como la colaboración con protectoras, ahí estaban los perretes aguantando el frío a ver si encontraban una familia.
Y entre tanto paseo por la plaza, tuve que volver corriendo a la carpa “Gran Gala” a presentar el monólogo. ¿Y de qué iba? Pues obviamente, siendo el año nuevo chino, ¿de qué iba a ir? De chinos.
Para concluir el día, estaba programado la ceremonia de los farolillos en el Lago Pradolongo y fuegos artificiales. Pero yo me fui con mi familia de adopción madrileña a ponerme hasta el ojete de comida. Por que soy así.
Xin nian kuai le
(Feliz año nuevo chino)
Esperemos que el próximo año sea más y mejor (y quizás en recintos más grandes).