Una tarde de cañas después del trabajo que se fue de la manos. Este vídeo recoge el momento en el que unos bomberos ayudan a un ciudadano chino que terminó una fiesta con algo más que una resaca.
Tirado en plena calle y con el pelo pegado al asfalto de la carretera. Así terminó este ciudadano tras unas copas al salir de trabajar.
Tijera en mano y con una pala intentan separar al hombre del asfalto. Los bomberos tienen una explicación a lo ocurrido: el varón se durmió sobre el pavimento todavía húmedo y su calor corporal hizo el resto. Una mezcla pegajosa ahora sólida que tuvieron que cortar no sin esfuerzo y con mucha pacienda.
El hombre fue finalmente liberado con algún mechón menos y un gran susto de más. Nunca una resaca dio tantos dolores de cabeza.