Bill Walker le había pedido la mano a su querida Phyllis Ponting poco antes de su desaparición, por lo que ella llegó a creer que el motivo por el que no supo nunca más de Bill fue porque tal vez este se hubiese arrepentido, según informa el Daily Mail.
En la carta, Walker describe su reacción al enterarse de que ella aceptaba la propuesta: "Desearía que hubieses estado allí cuando la abrí. Lloré de la emoción. No podía contenerme. Si solo pudieras saber lo feliz que me hizo, cariño", escribió.
La carta fue hallada junto con otros 700 escritos en el barco de carga SS Gairsoppa, hundido en la costa irlandesa de Galway en 1941. El buque era conocido por transportar el "mayor tesoro de metales preciosos" de la historia.
"No puedo creer que la carta estuviera en el fondo del mar y ahora pueda leerla", dijo Phyllis, quien tiene cuatro nietos y siete bisnietos.
"Habríamos estado casados. Él me amaba mucho", agregó la anciana mientras comentaba que seguramente Bill no sobrevivió a la guerra, puesto que en caso contrario la hubiese buscado directamente a su dirección.
'Phyll', como la llamó su prometido en las cartas, recibió una copia de la carta original que ahora se encuentra junto a las demás en la exposición 'Voices from the Deep' del Museo Postal de Londres.
Uno de los especialistas del museo ha señalado que la falta de luz y oxígeno favorecieron que las cartas quedaran perfectamente preservadas en el fondo marino, y que se trata de la mayor colección de cartas encontrada de la época.