Son muchas las situaciones cotidianas que sorprenden a los usuarios de redes sociales, como la respuesta de una hamburguesería de Bilbao tras la reseña de un cliente molesto o la indignación de una mujer por la escena presenciada durante un viaje en tren.

En esta ocasión, el protagonista es René Merino, quien ha relatado en su cuenta de X (antes Twitter) la surrealista experiencia que ha vivido a la hora de instalar un ventilador de techo en una estancia de su vivienda. Su testimonio no ha tardado en hacerse viral, con millones de reproducciones y muchísimos comentarios.

"El otro día compré este ventilador de techo. Pasé no poco tiempo estudiando su instalación y, finalmente, logré conectar todo correctamente, pero al pulsar el botón de encendido del mando a distancia, las aspas no se movieron. Mi decepción fue mayúscula", empieza diciendo.

A continuación, Merino explica que "lo desarmé, revisé todas las conexiones varias veces y vi un montón de tutoriales, pero todo resultó inútil: el aparato no funcionaba. Rendido y frustrado, me puse en contacto con el servicio técnico del vendedor".

Deja claro que le atendieron "muy amablemente" y que, tras varios correos electrónicos, le sugirieron "realizar algunas comprobaciones". "La primera de las cuales llamó poderosamente mi atención", admite en el mensaje. El primer paso que le indican es 'accionar el interruptor de pared si es una instalación convencional'.

De manera 'milagrosa', y después de cumplir con esa acción, el ventilador comenzó a funcionar. "La historia concluye felizmente con mi correo de respuesta al servicio técnico, que adjunto en su totalidad aquí abajo. Muchas gracias por vuestra atención y, si me veis por la calle con una bolsa de basura cubriendo mi rostro, espero que lo comprendáis", ironiza, adjuntando una imagen del email que envió.

"Te informo, no sin cierta vergüenza, de que con la primera de las indicaciones que me has dado, 'encender el interruptor de pared', se ha resuelto la situación", afirma Merino.

Acto seguido, emplea el mismo sentido del humor del que había hecho gala: "Agradezco enormemente tu ayuda y tu tiempo y, antes de despedirme, me siento obligado a asegurarte que soy una persona que conoce el funcionamiento de los interruptores, tanto de lámparas como de otros aparatos eléctricos, y que tengo no poca habilidad y experiencia en el manejo de estos. No obstante, por razones que desconozco, esta vez ni mis años de experiencia en el encendido y apagado de luces ni mi destreza en el pulsado de botones han jugado a mi favor".

"Te envío un cordial saludo desde mi ordenador, que -y no es que quiera ahora alardear- yo mismo he encendido esta mañana", concluye Merino.

"Las instrucciones eran vagas y ambiguas, no hay más. Trienios de experiencia encendiendo cosas te respaldan", "Felicitaciones por el correo. Está genial redactado, me he reído mucho. A mi seguro que también me pasaba, y soy ingeniero", "Veo que no estoy sólo en el mundo y hay gente como yo..." o "Cualquier aparato eléctrico es susceptible de funcionar mejor estando enchufado" fueron algunas de las respuestas de los internautas.

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