La historia viral de la joven que se quedó en silla de ruedas a un minuto de su casa: "Salí disparada"
Anna tuvo un accidente de moto a pocos metros de su casa
Sufrió una lesión medular C7 completa que le cambió la vida
Una chica en silla de ruedas sufre bullying y deja la universidad
Anna Franch Diestro ha tardado más de un año en verbalizar públicamente cómo fue la fatídica noche en la que se quedó en silla de ruedas. Aquella era una noche normal en la que había "quedado con un par de amigos para salir a tomar algo". Sin embargo, la mala suerte quiso que, a la una de la madrugada, sufriera un leve accidente de moto a las puertas de su casa que tuvo gravísimas consecuencias sobre su columna vertebral.
Tras ser operada de urgencia con pronóstico mortal, Anna consiguió salvar su vida. Sin embargo, ésta nunca volvería a ser como la recordaba. En su cuenta de TikTok ha confesado que, tras ser diagnosticada de tetraplejia, pues no puede mover las piernas, pero tampoco tiene movilidad en los dedos de sus dos manos, le ha "costado mucho volver a sonreír". Para concienciar sobre lo que son las lesiones medulares, ha hecho un impactante storie time sobre su nueva realidad:
MÁS
Una joven con atrofia muscular denuncia no poder estudiar presencialmente en la UAB por falta de una veladora
Jóvenes estudiantes, virales en TikTok al recorrer caminando todas las líneas del Metro de Madrid
Una joven de Erasmus vuelve para darle una sorpresa a su madre y ella la confunde con una vendedora: "Abre"
"Mi amiga me dijo que me fuera con ella en coche"
"Todo ocurrió la noche del 15 de noviembre de 2022. Quedé con una amiga y con un colega para tomar algo y, sobre la una de la mañana, decidimos volver ya para casa. Mi amiga insistió para que me fuera con ella en coche, pero yo preferí irme en la moto con el otro chico y es la decisión de la que me arrepentiré toda la vida", comienza a decir con absoluta resignación.
Y sigue: "Quedaba como un minuto para llegar a mi casa, realmente, no quedaba nada; y, en un acelerón que dio el conductor, yo salí disparada hacia atrás. Recuerdo que mis brazos se separaron de su abdomen y, después, me vi tumbada en la carretera. Lo más duro es que, al principio, pensé que había tenido mucha suerte porque no sentía ningún tipo de dolor, hasta que intenté levantarme y me di cuenta de que no podía mover las piernas".
"Lo único que podía hacer era pestañear"
A partir de ahí, comenzaron unos complicadísimos meses de ingreso en el hospital, en los que, de inicio, esta joven tuvo que comunicarse con sus padres "pestañeando mientras ellos pronunciaban las palabras del abecedario". Poco a poco, fue recuperando las funciones vitales y el movimiento de la mitad superior del cuerpo y, a día de hoy, ha vuelto a ser "una chica feliz", gracias al al apoyo incondicional de sus amigos y sus familiares.