Para tener a un perro guardián como este, mejor dejar la puerta abierta. Las imágenes revelan cómo un ladrón entra a robar en el garaje de una casa y la mascota que tienen, un golden lo recibe como a uno más de la familia.
El vídeo grabado por la cámara de vigilancia de la casa revela cómo el perro ni siquiera ladra al delincuente que ha entrado en el garaje para robar una bicicleta. El can, de esos grandotes, que asusta, le mueve la cola y le pide mimos, mientras se tumba bocaarriba en el suelo para recibir las caricias del ladrón.
El caco también muestra su lado más tierno al interrumpir su fechoría para acariciar y abrazar al perro, como si de un amigo se tratase. ¡Y tanto! Más que un amigo que le deja las manos libres para terminar la faena sin causar ruidos ni problemas.