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Bosco Blach Martínez-Bordiú, sobrino de Pocholo Martínez-Bordiú, visitó este lunes el plató de Así es la vida (Telecinco), cuatro días después de convertirse en el ganador de Supervivientes y llevarse el premio de 200.000 euros, además de confirmar un romance incipiente con su compañera de reality y segunda finalista, Adara Molinero.
Uno de los momentos más difíciles para el aristócrata de 20 años en los tres meses que ha pasado en Honduras fue el puente de las emociones, donde Bosco habló del trastorno de hiperactividad que padece y de cómo le había causado problemas de niño.
Un tema con el que Sandra Barneda dijo sentirse muy identificada. “Yo de pequeña también lo pasé mal. Te puedo entender. Son momentos de vulnerabilidad, yo creo que muy grandes, donde ni siquiera sabes de qué va la vida, pero te sientes sola. En mi caso, yo me sentí sola”, confesó la presentadora, mostrando su empatía con el ganador de Supervivientes:
La periodista de 47 años, que antes de la entrevista se disculpó por llamar varias veces “Borja” a Bosco -dos nombres que decía confundir a menudo-, se refería a la "dislexia en grado leve" que le diagnosticaron de pequeña, algo que nunca ha ocultado y de lo que ha hablado en varias entrevistas.
"Llegaron a decirme que no valía para los estudios", se sinceró la barcelonesa hace cinco años en una entrevista para el blog QueNoSalgaDeAquí de Mediaset, donde narró por primera vez su experiencia con esta dificultad para la lectoescritura, por la tendencia a alterar el orden de las palabras, que afecta al 10% de la población.
Barneda detalló lo que supuso para ella sufrir dislexia y cómo la superó gracias a su tenacidad ("soy muy cabezota") y a la determinación de sus padres. “No hay que tirar la toalla”, nos contaba sobre cómo nunca se rindió y, gracias a lo cual, hoy en día es una de las mejores presentadoras, con más de una treintena de programas a sus espaldas (La isla de las tentaciones, GH Vip, Hable con ellas….), además de una escritora de éxito. En la última década ha publicado siete libros, desde Reír al viento (2013) a Un océano para llegar a ti (2020) -por el que fue finalista del premio Planeta-, o el último, Las olas del tiempo perdido (2022).
"Lo importante es no sentirte discriminado y saber que la dislexia no está reñida con la inteligencia o capacidad intelectual", decía Barneda, siendo ella el mejor ejemplo de lo lejos que se puede llegar aunque se tenga una dificultad en el aprendizaje, si se sabe tratar, además de una personalidad fuerte para hacerle frente y aprender a vivir con ello.
"Los profesores me tachaban de rebelde. Yo quería encajar, memorizar, pero no podía", contó en otra charla para el programa Saber Vivir, sobre lo “incomprendida” que se sentía entonces, cuando aún no había un nombre para esta condición.
La Asociación Internacional de la Dislexia lo define ahora como "una dificultad específica del aprendizaje de origen neurobiológico que se caracteriza por dificultades en el reconocimiento preciso y/o fluente de las palabras (escritas) y déficit en la decodificación (lectora) y en la escritura".
Sandra aprendió a aceptar su dislexia y a convivir con ella, superándose cada día, aunque aún hoy le sigue jugando alguna que otra mala pasada. "Sigo arrastrando algunas cosas. Me quedó, por ejemplo, cierto tartamudeo que se me nota a veces. Cuando estoy nerviosa emocionalmente hablando me encallo en palabras o las modifico, cambio el orden y digo frases extrañas", dijo en la citada entrevista.
Sandra Barneda no es la única presentadora exitosa que ha sufrido dislexia. Paz Padilla también nos contó en esta otra entrevista que tanto ella como otros miembros de su familia (“mi hija, todos mis hermanos y yo”), son “disléxicos” y “nada nos ha frenado nunca”.
Bosco Martínez-Bordiú habló de su niñez con Sandra Barneda y, al igual que la presentadora, dijo lo afortunado que se sentía por haber ido a "un colegio estupendo” que entendió su problema de hiperactividad y por tener “unos padres” que le brindaron “todo su apoyo”.
El ganador de Supervivientes 2023 es hijo del empresario Pedro Juan Blach y de Clotilde Martínez-Bordiú, hermana de Pocholo Martínez-Bordiú, que ya cuenta con experiencia en programas de televisión y realities.
El entorno de Bosco le ayudó a superar las dificultades: “Me costaba más que a los demás. Cuando te metes en una habitación y el silencio te distrae, es complicado”, dijo sobre su condición, uno de los síntomas del TDAH, aunque no siempre van unidos.
Tras terminar sus estudios en la American School de Madrid y la Drxel University de Filadelfia, Bosco decidió abandonar el anonimato mediático que tenía hasta ahora para debutar en televisión.
El sobrino de Pocholo afirma haber aprendido a convivir perfectamente con su hiperactividad: “La he considerado como parte de mí y una cosa positiva y de la que me alegro de tener”. Además, bromeó con que en su familia no es el primer caso, en una clara alusión a su televisivo e histriónico tío, Pocholo Martínez-Bordiú: