Son muchos los remedios caseros que han ido pasando de generación en generación para mejorar la salud o para hacer la vida más fácil de la manera más práctica y económica posible, como usar sal y vinagre para barrer mejor. Aunque muchos piensan que estos remedios tienen un efecto más placebo que efectivo, lo cierto es que muchos de ellos tienen cierta base científica que corroboran su funcionalidad, como es el caso del uso del laurel para tratar ciertas dolencias.
El laurel trata inflamaciones y dolores musculares gracias a sus principios activos que contribuyen a un mejor riego sanguíneo.
Hace años, cuando no existían los fármacos para tratar dolencias, era muy típico el uso del laurel como remedio casero, sobre todo a la hora de dormir tras una larga y agotadora jornada con el fin de acabar con las agujetas y la inflamación.
La hoja de laurel, también utilizada para condimentar algunos platos, está repleta de beneficios y hoy en día se puede encontrar en forma de aceite esencial o cremas que usan el principio activo de esta planta y de muchas otras como base del producto.
Las infusiones de laurel o las tisanas también resultan útiles para desinflamar y conciliar el sueño, aunque las hojas secas pueden proteger el cuerpo de los radiales libres y los microorganismos dañinos. Otra de las propiedades del laurel son la vitamina C y el ácido cafeico, que ayuda a combatir con el colesterol malo.
Otras formas más específicas de usar el laurel en su forma de hoja seca, es aplicándolo directamente en las zonas más afectadas por el dolor y las molestias, con el fin de que los síntomas sean mucho menos incapacitantes en el caso de tener la piernas cansadas, dolor articular, agujetas o inflamación muscular.
La piel, es el órgano más grande del cuerpo y, aunque la percepción de la misma sea que es impermeable, lo cierto es que esta puede ser utilizada como vía para tratar las enfermedades. El remedio casero con laurel por experiencia, consiste en insertar una hoja seca de laurel en el interior del calcetín, a la altura del talón, y acostarse con ello dentro.
Gracias a los beneficios que aporta el laurel, al despertar, el dolor de rodillas y piernas, por ejemplo, será menos intenso. La explicación de este remedio es que los numerosos aceites esenciales que tiene esta hoja, entran en contacto con la piel y con ayuda del calor corporal, y son absorbidos por la piel, penetrando en el organismo y proporcionando sus múltiples beneficios ante las dolencias.