Los Roy, la adinerada y ambiciosa familia de Succession, son la versión oscura y exagerada de los Murdoch, la dinastía del magnate de Fox News. Jesse Armstrong, creador de la serie de moda de HBO, que acaba de estrenar su cuarta temporada, también se basó en otras familias poderosas como la de William Randolph Hearst, el empresario de medios estadounidenses que inspiró Ciudadano Kane, el poderoso editor británico Robert Maxwell, o incluso la reina Isabel.
Pero la vida ficticia del patriarca del clan protagonista de Succession, Logan Roy, interpretado por Brian Cox, también tiene muchos paralelismos con la real de Bernard Arnault, el actual hombre más rico del mundo, después de que a finales de año desbancara a Elon Musk (Tesla y Twitter) en la lista de Forbes.
El magnate de la moda francesa, director ejecutivo del grupo de lujo LVMH, posee la mayor fortuna del planeta, valorada en 176.428 millones de euros. Entre otras propiedades, los Arnault son dueños del 48,14% del conglomerado de lujo LVMH, que aglutina 75 marcas como Louis Vuitton, Christian Dior, Loewe, Sephora, Bulgari, Tiffany, Kenzo, Hermès, Tag Heuer, Stella McCartney, Dom Pérignon y Möet & Chandon.
Bernard Arnault (74 años) tiene cinco hijos, Delphine (47 años) y Antoine (45), fruto de su primer matrimonio con Anne Dewavrin (1977-1990); y Alexandre (30), Frédéric (28 años) y Jean (25), nacidos de la relación de tres décadas con su actual esposa, la pianista Hélène Mercier-Arnault (63):
Todos trabajan en sus empresas, y todos están llamados a sucederle:
El medio Wall Street Journal desvelaba esta semana cómo se está llevando a cabo la carrera a la sucesión. Arnault no parece estar rigiéndose por criterios emocionales, sino puramente profesionales y pragmáticos.
Para ello, como si estuviera sacado de un capítulo de Succession, el multimillonario francés organiza cada mes una comida con sus cinco hijos en la sede de LMVH en París, para hacer una "audición" que le ayude a elegir quién de ellos le reemplazará y será el principal heredero de su fortuna.
Durante el almuerzo, en torno a la mesa de su imponente despacho, el hombre más rico del mundo coge su iPad y somete a sus hijos a un exhaustivo examen de 90 minutos, en el que les hace preguntas sobre sus negocios y les pide consejos de estrategia para ver quién tiene más conocimiento o está más involucrado en la empresa familiar con más 163 mil empleados y una red de más de 4.590 tiendas en todo el mundo.
El patriarca les pide su opinión sobre los gerentes de la empresa, lo que harían con las distintas marcas, o si alguna de ellas necesita un nuevo enfoque o reorganización.
Arnault ha inculcado a sus hijos la pasión por los negocios desde que eran pequeños, llevándoles en sus viajes de empresa e introduciéndoles en el mundo de las finanzas. Cuando estaban creciendo, los hijos de Arnault recibieron lecciones intensivas de matemáticas. Bernard también les inscribió en las mejores escuelas de ingeniería. El más joven, Jean, obtuvo un título del Instituto de Tecnología de Massachusetts y del Imperial College de Londres.
El hecho de que los cinco ya ocupen algún puesto de alto nivel en sus empresas hace más emocionante la competición por sucederle, al igual que la de los hijos del implacable Roy Logan en Succession.
El “lobo con abrigo de cachemira", como se apoda al magnate de Louis Vuitton, no tiene todavía claro quién tomará las riendas de su imperio. "Bueno, tengo cinco hijos...", dice de forma dubitativa cuando le preguntan. Aún le faltan al menos 6 años para retirarse, ya que recientemente decidió aumentar la edad de jubilación del presidente y director ejecutivo a los 80 años.
Según el Daily Mail, el segundo hijo de Arnault, Antoine, que está casado con la modelo rusa Natalia Vodianova, ha asumido durante mucho tiempo que es el favorito.
Según The Journal, Bernard Arnault se ha apoyado en Antoine, cuya influencia también ha ido en aumento, para el asesoramiento en relaciones públicas. Sobre todo para hacer frente a las protestas del año pasado en respuesta al aumento de la inflación y la desigualdad de riqueza, cuando el magnate temió que la ira se dirigiera a su compañía y, siguiendo el consejo de su hijo, lanzó una campaña publicitaria que destacaba hasta qué punto LVMH pagaba impuestos y creaba puestos de trabajo.
Pero en París circulan rumores de que podría ganarle su hija mayor, Delphine, después que en enero fuera ascendida por delante de su hermano, como directora de Christian Dior, la segunda marca más grande de LVMH.
Hace unos días, Delphine estuvo en la primera fila del desfile de Dior en París, junto a David Beckham, su hijo menor Cruz, el actor británico Eddie Redmayne y su esposa publicista Hannah, la estrella de Crepúsculo Robert Pattinson y la modelo Karlie Kloss:
Algunos inversores no terminan de ver a Delphine, madre de dos hijos, como sucesora del imperio Arnault, mientras que otros describieron su ascenso como un "pequeño regalo de papá".
La promoción de Delphine tiene paralelismos con la serie Succession, en la que la única hija de Logan, Shiv, se convierte por sorpresa en la favorita para suceder al magnate:
A diferencia de los Roy, los Arnault “por ahora, se llevan muy bien y evitan cualquier tipo de conflicto", ya que "su padre les enseñó a anteponer los intereses del negocio”, dijo uno sus amigos, el empresario Sidney Toledano, presidente y consejero delegado de LVMH Fashion Group, y el artífice del éxito de Dior en los últimos años.
Toledano dijo que Arnault es "sobre todo un hombre pragmático". "Tienes que elegir a quien sea mejor en un momento dado teniendo en cuenta los desafíos. Es lo que hace con sus gerentes, sus asesores, y creo que es lo que hará con sus hijos".
Desde que Arnault se convirtió en el hombre más rico del mundo, a menudo se relaciona su nombre con el de Salma Hayek. Aunque en realidad, la actriz mexicana está casada con su principal competidor, François-Henri Pinault, también empresario francés y actual presidente de un conglomerado de marcas de lujo, entre ellas Gucci, Balenciaga e Yves Saint Laurent.
El imperio de los Pinault comprende más de 60 empresas agrupadas en el holding Artemis, también dueño del equipo de fútbol francés Stade Rennais, de la marca deportiva Puma y de la influyente revista Le Point. Poseen participación en el periódico Le Monde y manejan la cadena de televisión francesa TF-1.