¿Para qué sirve el agujero de los bolis BIC?
El agujero lateral de un boli BIC es clave para que la tinta no se salga
Las tapas de los bolígrafos también presentan un agujero cuya misión es proteger al usuario
Le extraen un capuchón de un boligrafo de un pulmón 20 años después de que lo inhalara
¿Quién no ha escrito con un boli BIC en algún momento de su vida? Probablemente muy poca gente no ha utilizado uno de estos bolígrafos tanto en el colegio como posteriormente. Y no es de extrañar, ya que es una de las marcas más populares que se comercializan en España y en Europa.
Cualquier persona que los haya utilizado conoce perfectamente su cuerpo hexagonal y que hay modelos que escriben “fino” y otros que escriben “normal”. Sin embargo, lo que muchos probablemente no sepan es para qué sirve tanto el minúsculo agujero que hay en su lateral o por qué cambiaron las tapas haciendo un agujero en la parte superior.
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El agujero de los bolis BIC
Respecto al pequeño agujero que podemos encontrar en el cuerpo del bolígrafo, tiene una función clave para su buen funcionamiento. Aunque parezca algo insignificante, su misión es igualar la presión que hay en el exterior con la que hay en su interior.
¿Qué ocurre si esa presión no se iguala? Si la presión no es la misma, puede darse el caso de que se produzca un “reventón” en la cavidad que almacena la tinta. Y si eso llega a suceder, se derramará, con las consecuencias que conlleva –y que algunos usuarios han experimentado a su pesar–. Esta situación podría darse, por ejemplo, durante un vuelo en avión, ya que se produce un sustancial cambio de presión en la cabina.
Hay que señalar que no solo los bolis BIC cuentan con este tipo de agujeritos. De hecho, en bolígrafos de similares características también existe alguna abertura por la que se iguala la presión del interior con la del exterior.
El agujero de la tapa
Los lectores más veteranos recordarán los tiempos en los que los bolígrafos de esta marca tenían capuchones “completos”, es decir, sin ningún tipo de apertura en su zona superior. De repente, BIC comenzó a comercializar sus productos con un agujero en la zona superior de la tapadera.
Si alguien cree que la razón fue ahorrar plástico, está equivocado. Para encontrar la respuesta hay que referirse a la seguridad del usuario. En el año 1993 la compañía adecuó sus bolígrafos a la normativa de seguridad, concretamente a la norma ISO 11540. A partir de ese momento, los capuchones deben incluir un agujero para evitar la asfixia en caso de que alguien se lo trague. De ese modo, el aire puede seguir pasando, consiguiendo así que las vías respiratorias no se obstruyan.
Y es que, no es extraño que al utilizar cualquier bolígrafo con tapa, el usuario termine llevándosela a la boca. Y más con los bolis BIC, ya que el capuchón cuenta con una pequeña “pata”. En definitiva, las que parecen decisiones aleatorias tienen una explicación científica o de seguridad que tienen como objetivo que el usuario tenga una mejor experiencia al utilizar el producto.