Quinnley es una niña de Pensilvania (Estados Unidos) que se ha hecho viral en redes sociales por una travesura que ha dado la vuelta al mundo. La pequeña, de dos años, acabó con su cabeza atascada en un molde para pasteles al intentar usarlo como sombrero.
Erin Meixel, madre de Quinnley, explicó a FOX TV, según recoge el diario 'The New York Post', que estaba trabajando desde casa cuando de repente escuchó cómo la menor gritaba "¡Mami, atascada! ¡Mami, pegada!".
La mujer trató de quitarle el recipiente pero no pudo, por lo que llamó al 911. El operador que le atendió envió a un equipo de bomberos de la localidad de Junction. Estos consiguieron retirar el molde del cuello de la niña empleando unas tijeras de hojalatero. Meixel detalló que la pequeña, a continuación, volvió a jugar como si "nada hubiera pasado".