Cada vez son más las formas que usan los alumnos para copiar en los exámenes. Recientemente, un alumno de Derecho de la Universidad de Sevilla, ha sido pillado copiando en un examen con un método innovador. Unas gafas inteligentes que portaban una cámara que mostraba las preguntas a su cómplice, así como un pinganillo por el que obtenía las respuestas.
Según han publicado en el diario ABC, el alumno, que fue pillado por los profesores, se podría ver expulsado de la universidad, puesto que se ha abierto un informe para sancionarlo.
Las innovadoras gafas ofrecen multitud de servicios, desde grabar vídeos o tomar fotos hasta responder llamadas a través de sus auriculares. Pero no tienen un precio apto para todos los bolsillos, pues su precio ronda en torno a los 350 euros, aunque puede llegar a alcanzar los 600€ en los modelos más sofisticados.
El dispositivo cuenta con un sensor en la patilla para grabar imágenes o tomar fotografias. Son muchos los que utilizan estas funciones para copiar en vez de estudiar.
Este tipo de innovaciones es cada vez más difícil de pillar por los docentes, que ve como son cada vez más los alumnos que quieren realizar trampas para pasar sus materias.
Las gafas siempre han formado parte del día a día de muchas personas. Por ello, muchas marcas tecnológicas se han asociado con fabricantes de gafas para incluir sus desarrollos tecnológicos.
Las gafas inteligentes, sean de una marca o de otra, suelen tener en común algunas de sus funcionalidades, como grabación de vídeos, sacar fotografías, emitir en directo, subir contenido en redes sociales, responder llamadas e incluso escuchar música.
Aunque estas marcas no diseñan este tipo de productos para unos fines ilícitos, la picaresca humana siempre va más allá, por lo que en un futuro este tipo de productos podrían causar graves problemas, ya no solo en el sistema docente.